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Pierre Vilar ✆ H Sammy |
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Don Quijote & Sancho ✆ Jules David |
Enormes gastos del Estado en favor de las clases
aristocráticas y la monarquía, endeudamiento descontrolado, etc. La
coincidencia con la España del siglo XXI no es simple coincidencia. Una vez
más, padece el pueblo español los tiempos del Quijote. El referido ensayo de
Vilar, fundamental para comprender la presente crisis española así como la
debacle de la Argentina agroexportadora de 2003 a esta parte (que tampoco es la
primera desde 1810). Ambas crisis íntimamente vinculadas aunque con una
diferencia estratégica: la crisis de la Argentina semicolonial no es la crisis del
pueblo sino producto de su progreso, su despertar y su grado de
independencia.
Introducción a ‘El Tiempo
del Quijote’

La crisis española
del Quijote

La etapa suprema del
feudalismo español
La tesis económico-social del historiador marxista Vilar y
que responde el interrogante anterior es la conquista de América y su doble y
paradójico efecto: benéfico sobre el norte de Europa y perjudicial sobre
España. Resumimos la dualidad, porque ya hemos analizado en columnas anteriores
esta cuestión. El dinero barato proveniente de América y que se fugaba de
España (por momentos ni la tocaba) permitió la acumulación primitiva del
capital en la Europa occidental, lo cual a su vez contribuyó, conjuntamente con
la conformación de un mercado mundial acelerado por el encuentro de América, a
destruir el orden feudal en el norte de Europa creando allí una sociedad nueva
de tipo burgués. Las fuerzas productivas y las relaciones sociales capitalistas
se ponían en marcha en todos lados menos en España. En un comienzo, el oro y la
plata provenientes de América con rumbo a España más que destruir el feudalismo
y crear un nueva sociedad burguesa, vinieron a reforzarlo. ¿Por qué? Por un
lado, porque el dinero americano no se invertía en actividades productivas, ni
se mejoraban las manufacturas nacionales. Por el contrario, se empleaba en
gastos suntuarios y en la financiación de las empresas políticas españolas en
Europa, como, por ejemplo, en las guerras de Flandes (retratada por la
superlativa obra cinematográfica El molino y la cruz). En fin, el tesoro
americano "no habría servido para enriquecer a España, sino para
empobrecerla y sumirla en la miseria". La riqueza americana, más que para
los españoles y españolas, según Vilar sirvió para la reacción monárquica y
aristocrática. Cellorigo, citado por Vilar, sintetiza la nefasta paradoja de
esta suerte: "Y ansí el no haber dinero, oro ni plata, en España es por
haberlo, y el no ser rica es por serlo". Vilar nos dice que la conquista
del Nuevo Mundo se realizó a imagen y semejanza de la Reconquista, esto es,
"ocupando tierras, reduciendo a los hombres a servidumbre y arramblando
los tesoros". El imperialismo español fue, en función de este esquema, una
variedad del feudalismo o, parafraseando a Lenin como él mismo hace: "la
etapa suprema del feudalismo".
De Marx a Vilar... y del
Quijote a la Sociedad Rural
Para Marx, la sociedad feudal representada por el Quijote
agoniza al chocar con el naciente mundo burgués. Para Vilar, la médula de la
cuestión pasa por la ausencia de una sociedad burguesa en España (no así en la
Europa occidental) cuando el feudalismo comienza su larga y sufrida
declinación. No hubo burguesía emergente; no hubo industrias en expansión; no
hubo choque de sistemas sociales, y mucho menos triunfo de las nóveles clases
emergentes. El ocaso feudal será más que centenario. "La polarización de
las fortunas, en diversos niveles, no cristaliza en nada que no se evapore
rápidamente. Las grandes rentas feudales o coloniales permiten unas vidas de
loco artificio: si las rentas bajan el señor se carga de deudas", explica
Vilar sobre la injusta España del 1600, extrapolable a la España actual así
como a la Argentina en poder de la reacción. Y cabe preguntarse si la genética
de ese atraso, de esa reacción sigue codificando nuevos genes y procederes en
la España actual. Cabe preguntarse, en igual sentido, si esa misma genética y
esos procederes, importados a la América de la conquista por herencia sanguínea
y social, no siguen vigentes en las clases y sectores que en la Argentina del
bicentenario se oponen a su Segunda Independencia. ¿Estamos equivocados si
entendemos a la oligarquía criolla como anacrónico y suramericano resabio de
esa fase superior del feudalismo español? ¿Y sus bases de sustentación?
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