27/10/13

Rosa Luxemburgo | La república y el socialismo

Rosa Luxemburgo
✆ Dominic Thackray
Ben Lewis  |  Esta presentación forma parte de la investigación en curso sobre los orígenes y la evolución de los programas políticos del movimiento obrero alemán, en el que yo estoy tratando de lidiar con algunos de los temas y conceptos particularmente polémicas dentro del marxismo, como la dictadura del proletariado, la democracia republicana, la diferencia entre programa mínimo y programa máximo, los soviets, el parlamento y muchas otras cosas. Lo que me propongo hacer es analizar que entendía Rosa Luxemburgo por democracia analizando en detalle el programa del joven Partido Comunista de Alemania (KPD), conocido como '¿Qué quiere la Liga Espartaco?', así como su último discurso antes de ser asesinada, "Nuestro programa y la situación política", que pronunció en el Congreso de fundación del KPD en la víspera de Año Nuevo de 1918. Según su camarada Paul Frölich, el discurso fue "convincente, apasionante, conmovedor e inspirador. Fue una experiencia inolvidable para todos los presentes ".

Más allá de mis críticas, quiero defender que el punto de partida estratégico de Luxemburgo en sus últimos días representa una continuación de una tradición republicana revolucionaria dentro del marxismo - algo por lo que luchó en contra tanto de los golpistas como de las tendencias reformistas en el movimiento obrero de su tiempo.

 De hecho, cuando Karl Liebknecht, la encarnación misma del internacionalismo proletario en el movimiento alemán, trató de hacerse con el poder en Berlín, en enero de 1919, en nombre de un pequeño y poco representativo "Comité Revolucionario", sin el conocimiento de la dirección del KPD, la reacción de Luxemburgo -"¿Es que nuestro programa, Karl?" - pone de relieve un aspecto permanente de su marxismo: la comprensión de la revolución como un acto de auto-liberación por parte de la mayoría, con objetivos y metas claras, que culmina en el gobierno consciente de la clase obrera. No la toma del poder por una minoría ilustrada en nombre del pueblo.

Este enfoque esencial también se recoge claramente en el programa del KPD: "La Liga Espartaco [KPD - BL] nunca tomará el poder y el gobierno, excepto en respuesta a la clara voluntad inequívoca de la gran mayoría de la masa proletaria de toda Alemania, nunca a menos que haya una afirmación consciente del proletariado de los puntos de vista, objetivos y métodos de lucha de la Liga Espartaco". En efecto, en su minucioso estudio del concepto de la dictadura del proletariado en el marxismo - un término destrozado, malinterpretado y distorsionado tanto por pensadores marxistas como antimarxistas - el estudioso trotskista americano Hal Draper ha defendido convincentemente que Luxemburg era quizás el único marxista de su tiempo que la utilizaba "constantemente y sin excepción a la manera de Marx y Engels". Según Draper, para Marx, Engels y Luxemburgo, el concepto significaba "un estado obrero sin que ello implicase necesariamente medidas dictatoriales especiales sin las cuales no podría ser llamado una dictadura". El calumnioso mito liberal y social-demócrata de "Rosa la Sanguinaria” solo puede entenderse como la defensa cínica y calculadora de la violencia del Estado capitalista. Sin embargo, ¿qué forma adoptó la defensa de Luxemburgo de la democracia radical durante los tumultuosos acontecimientos de la revolución alemana?, y ¿dónde la sitúan sus opiniones en la historia del pensamiento marxista revolucionario?