17/10/13

Postmarxismo, discurso y populismo | Un diálogo con Ernesto Laclau

Mauro Cerbino  |  Coméntanos un poco tu tránsito por la teoría marxista. Supongo que ahí empieza tu reflexión en tiempos tempranos para pasar luego al post-marxismo ¿Cómo sucede esto? ¿Estuvo este paso al post-marxismo influido por una crítica no solamente al historicismo sino al marxismo marxiano, así como por la superación del planteamiento de que se llega a una sociedad sin clases y sin Estado?

Ernesto Laclau ✆ Bob Row
Ernesto Laclau: Yo creo que el postmarxismo empezó en realidad en 1848; en esta fecha empezo la historia del marxismo y del tránsito hacia el postmarxismo. Pero desde el punto de vista biográfico, mi primera forma de acercamiento a lo político vino a través de mi familia, que era radical e yrigoyenista, es decir que el sentido de lo popularlo absorbí en la cuna. Después en la universidad, el marxismo era la ideología dominante en el movimiento estudiantil a comienzo de los años sesenta, por tanto yo me adherí a él pero con una serie de reservas, sobre todo porque en esos años, los sesenta, resurgió el peronismocomo nuevo movimiento radical de masas. Entonces, cada vez me resultó más evidente que no era posible interpretar al peronismo sobre la base de categorías estrictamente clasistas. Además, yo nunca abrace esa tendencia; siempre mezclé el marxismo con algunas otras cosas distintas. Y el partido político al que yo ingresé, en el que estuve en la mesa directiva y fui por varios años el director de su semanario Lucha obrera, era el Partido Socialista de la izquierda nacional. O sea, que desde el comienzo no había un marxismo estricto. Para mí, el marxismo estricto nunca fue una alternativa y en esos años fue cuando empecé a leer a Althusser y Gramsci. Althusser presentaba, a través de su concepción de que la contradicción de clase está siempre sobredeterminada, la idea de que hay otras contradicciones que las de clases, y eso fue muy iluminante. Pero la influencia mayor fue Gramsci, con la
idea de lo nacional-popular y todo lo que eso implicaba. Porque hay que pensar que el marxismo fue una teoría de la simplificación de la estructura de clases bajo el capitalismo; el clasismo marxista se fundaba en la afirmación de que las leyes económicas del capitalismo iban a llevar a la desaparición de las clases medias y del proletariado. Esto es, que al final de la historia, se iba a enfrentar una vasta masa proletaria homogénea con la burguesía.

Toda la historia del marxismo, por eso decía que el postmarxismo comenzó en 1848, es apartarse de esta hipótesis inicial. Y allí el “gramscismo” representó un giro fundamental, porque la idea de Gramsci la distinción que Gramsci hacía entre clase corporativa y clase hegemónica significaba que el avance hacia una redefinición de todo el proceso político no iba a pasar a través de la centralidad creciente, por métodos puramente mecánicos, de la identidad de clase, sino a través de un proceso político de articulación de nuevos elementos. Y esa articulación fue esencial para mí.
Sin embargo Gramsci nunca dejó de ser marxista, al menos no fue postmarxista. 
Ernesto Laclau: Yo creo que es el comienzo del postmarxismo. Y bueno, formalmente nunca dejó de ser marxista, pero, para empezar, el marxismo había sido una teoría acerca de la extinción progresiva del Estado; la teoría de Gramsci era una teoría acerca del devenir Estado de la clase obrera. La eliminación de lo político que estaba implícita en la teoría marxista nunca fue aceptada por Gramsci. Hegel había dicho que la clase universal era la burocracia, el conjunto de los aparatos estatales y que la sociedad civil era simplemente un campo de intereses particularistas. Marx critica esta visión y dice que el Estado no es la clase universal, el Estado es un instrumento de la clase dominante. Pero entonces, si la universalidad no aparece ni en el Estado ni en la sociedad civil, ¿dónde aparece la universalidad en la sociedad futura? La respuesta de Marx fue: “porque hay una clase a nivel de la sociedad civil que, al liberarse a sí misma, libera simultáneamente a todas las otras clases”. Así, la idea de clase universal, que era la burocracia para Hegel, pasa a ser el proletariado para Marx. La solución de Gramsci era distinta. Gramsci tomó de Marx la idea de que la universalidad surge a nivel de la sociedad civil pero, por otro lado, toma de Hegel la idea de que esa universalidad va a ser una universalidad política, es decir, va a ser una universalidad hegemónica. O sea, que implícitamente –porque esto no está del todo desarrollado en Gramsci– hay la idea de que la dimensión de lo políticoes algo que no puede ser abandonado. La profundización de esas ideas unida a la lectura de los textos de Togliatti (que encontré sumamente reveladores) fue lo que me llevó, cuando fui a vivir a Europa, a observar que habían muchos otros movimientos que yo interpretaba a la luz de mi experiencia del peronismo: el surgimiento del feminismo, el surgimiento de los movimientos gay, una cantidad de elementos que podían ser articulados en nuevas identidades, pero no podían ser reducidos a una identidad clasista.