Edipo y la Esfinge ✆ François-Xavier Fabre (1766-1837 |
Luís Eustáquio Soares
1. La teoría marxista en relación con otros campos teóricos
¿El marxismo puede incorporar contribuciones teóricas de
pensadores que no se presentaron como marxistas? ¿Puede el campo teórico marxista
beber de las fuentes de otros campos teóricos? El marxismo es su método y este nada más es
que el método que inscribe el punto de vista del trabajo, como su razón de ser,
con el objetivo de actuar en la totalidad dinámica de la sociedad, teniendo en
cuenta la lucha de clases del trabajo contra el capital.
El método marxista, a partir del punto de vista del trabajo,
niega y afirma al mismo tiempo: niega al capital y se afirma a sí mismo, esto
es, afirma la totalidad dinámica del trabajo a contramano de la totalidad
dinámica del capital, considerando siempre contextos mundiales, porque el
capitalismo es planetario. En este sentido, todo lo que pueda contribuir al
método marxista, en su relación “de paso” para comprender la totalidad dinámica
de la sociedad burguesa contemporánea puede ser incorporado a la teoría
marxista.
2. Filosofía, marxismo y psicoanálisis: eliminar el patriarcado.
Una de las grandes contribuciones de Gilles Deleuze y Félix
Guattari al pensamiento contemporáneo está relacionada con la ampliación del
complejo de Edipo. Como se sabe, en la perspectiva freudiana el Complejo de
Edipo tiene un escenario familiar específico: el padre, la madre y el hijo (la
hija ya entra por la puerta de atrás).
En libros como El
anti-Edipo (1972) y Kafka. Por una
literatura menor (1975), Deleuze y Guattari desarrollaron el concepto de un
complejo de Edipo que rebasa el contexto de la familia nuclear, pasando a
hablar de la estructura de la civilización burguesa como un todo, además del
hecho de haber diluido la importancia, en el psicoanálisis freudiano, de la
sexualidad.
Si en el complejo de Edipo freudiano el padre se hace
presente como una figura central, en el contexto de la totalidad dinámica de la
civilización burguesa la pregunta que debe ser hecha siempre, como razón de
método, es: ¿cuál es el padre que importa en una situación histórica u otra?
Hoy, por ejemplo: ¿cuál es el padre o cuáles son los padres
que centralizan el complejo de Edipo de la civilización burguesa mundial? El
marxismo está, en ese sentido, retado a ser anti-patriarcal.
3. Marxismo matriarcal, familiarismo y patriarcalismo
Antes de intentar analizar la cuestión del padre a ser
negado, es importante pensar el efecto de ella en la realidad de los pueblos, a
saber: el familiarismo. La civilización burguesa, como complejo de Edipo,
produce un sistema familiar mundial. Este argumento presenta un problema
fundamental para el método marxista. Este debe negar el complejo del Edipo de
la civilización burguesa para construir una sociedad, en potencia, sin Edipo;
por lo tanto, no familiarista, en el sentido edípico del término.
En términos estructurales, como la civilización burguesa se
divide en capital y trabajo, el primero puede ser pensado como el padre y el
segundo como el hijo. En este contexto, el método marxista debe negar ser el
hijo del padre, así como el trabajo debe negar al capital. Para el efecto,
necesita identificar la figura o las fuerzas sociales que gobiernan las fuerzas
productivas revolucionarias del capital. Eso es indispensable, como cuestión de
método para el marxismo, porque el efecto del complejo de Edipo mundial, siendo
el familiarismo, nos afecta a todos, marxistas y no marxistas.
La tendencia del familiarismo edípico es la de acomodarnos a
él, en él, domesticándonos. En este sentido, para encontrar el padre a ser
negado, con el objetivo de superar el complejo de Edipo de la civilización
burguesa, es preciso eliminar el propio familiarismo, lo que no es nada fácil
porque estamos en él, lo somos, familiarmente.
El marxismo es, pues, un método anti-patriarcal. Debe
afirmar a la madre, fuera de la estructura edípica de la civilización burguesa.
Para ello, no puede errar el blanco: es preciso negar al padre correcto.
4. Dos formas de familiarismo patriarcales de la civilización burguesa
El mayor problema de la actualidad, para las luchas de clase
del trabajo contra el Edipo del capital y en el capital, tiene que ver con las
siguientes dos fases de la civilización burguesa: el sistema colonial europeo y
el sistema colonial estadounidense. Estos dos sistemas produjeron dos modelos
de complejo de Edipo: el Edipo del familiarismo de la civilización burguesa
eurocéntrica y el Edipo del familiarismo del capital gringo.
Estos dos “Edipos” se implican con dos formas distintas de
familiarismo: el europeo y el estadounidense. El mayor problema para la lucha
de clases mundiales, hoy, tiene que ver con la siguiente tendencia: negar el
Edipo del sistema colonial europeo a partir del sistema familiar edípico del
imperialismo yanqui.
Si es posible hablar de crisis en la Izquierda y, en este
sentido, de crisis del marxismo esta está relacionada con la siguiente
encrucijada histórica: superar el familiarismo del sistema colonial europeo y
del gringo, al mismo tiempo. De lo contrario, el marxismo no estará a la altura
de los desafíos edípicos del capitalismo, en la actualidad.
Trágicamente, los partidos marxistas de hoy o parten del
sistema familiar europeo, para negarlo, sin considerar al familiarismo
estadounidense; o parten del sistema familiar gringo para negar al familiarismo
eurocéntrico. La primera versión engendra un marxismo anacrónico; la segunda es
producto del Edipo del capitalismo estadounidense y, por lo tanto, se hace
edípicamente como “izquierda edípica gringa”.
Las nuevas izquierdas de la actualidad son, como tendencia,
edípicamente gringas y concentran sus energías anti-edípicas contra el sistema
colonial europeo. Esto significa que también son anacrónicas, por la sencilla
razón de que el blanco de ellas es el pasado del sistema familiar del
capitalismo.
El marxismo está retado a ser revolucionario, como lo es
Edipo. Para ello, no puede ser um marxismo edípico: ni europeo, ni gringo. La
mejor forma de eliminar al sistema familiar europeo y sus edípiles
eurocéntricos, es: negar el sistema familiar del imperialismo estadounidense.
El método de la lucha de clases anti-edípica del capitalismo
contemporáneo es, pues: desfamiliarizarse del sistema colonial gringo.
5. Marxismo matriarcal
Al hacer esto, a partir de la totalidad dinámica del
trabajo, en el campo de la lucha de clases, se produce una civilización
matriarcal. El marxismo, o es matriarcal o se convierte en un edipianismo
histérico del capital.
Traducción del
portugués: Luis Carlos Muñoz Sarmiento
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