23/11/16

Karl Marx y el salario por tiempo

Hernán Andrés Kruse

Karl Marx ✆ Pitu 
Cabe recordar que la fuerza de trabajo siempre se vende por un determinado tiempo. En consecuencia, “la forma transfigurada en que se presenta diariamente el valor diario, semanal, etc., de la fuerza de trabajo es el del salario por tiempo, es decir, por días, etc.” El obrero percibe por su trabajo diario, semanal, etc., una suma determinada de dinero. Dicha suma forma la cuantía del salario calculado con arreglo a valor. Ahora bien, según la cantidad de trabajo diariamente ejecutado por el obrero, según la duración de la jornada laboral, la suma de dinero que recibe por trabajar un día, una semana, etc., puede representar cantidades de dinero muy diferentes en relación con la misma cantidad de trabajo. “El precio del trabajo es la suma abonada por una determinada cantidad de trabajo”, expresa Sir Edward West en su libro “Price of Corn and Wages of Labour” (Londres, 1826, p. 67). En el salario por tiempo se debe diferenciar, por ende, la cantidad total del salario diario, semanal, etc., del precio del trabajo. Marx procura desentrañar la manera de encontrar el precio del trabajo, o lo que es lo mismo, el valor expresado en dinero de una determinada cantidad de trabajo. ¿Cómo se fija el precio medio de trabajo? Marx responde: se fija dividiendo “el valor medio de la fuerza de trabajo entre el número de horas de la jornada de trabajo media”. Con este ejemplo Marx intenta clarificar estos conceptos. Un día de fuerza de trabajo vale 3 chelines (producto de valor de 6 horas de trabajo) mientras que la jornada laboral es de 12 horas. En este supuesto, una hora de trabajo vale 3 peniques (3 chelines sobre 12). ¿Qué es lo que sirve como criterio de unidad para medir el precio del trabajo? El precio de la hora de trabajo (3 peniques), al que se arriba a través de la fórmula expuesta precedentemente, responde Marx.