16/9/16

Comentarios sobre ‘Estética y Producción en Karl Marx’, de Carlos Casanova

Karl Marx ✆ Rosa Juárez
Rodrigo Karmy Bolto

1. Pocas veces tenemos el privilegio de trabajar en torno a un escrito tan fino y riguroso. Estética y producción en Karl Marx de Carlos Casanova es uno de esos libros que nos hace libres, uno de esos pequeños gestos que todo lo transforman y modifican. Es éste, un libro que libra batallas, un texto que disloca formas y que pone al lector “(…) en relación con su propia capacidad de uso (y de no uso) de sus fuerzas activas (…)” [1]. ¿Qué significa usar un libro sino el movimiento de una libertad que ha dejado atrás cualquier captura soberana?  Asumiendo la radicalidad de lo que significa pensar, Casanova nos abre a un Marx intempestivo.

 Como tal, un Marx que no calza con su espacio ni con su tiempo y que, en este sentido, resulta fiel a sí mismo en cuanto la “fidelidad” aquí comprometida se aleja de toda mímesis. No se trata de un Marx “aplicable” a una nueva época como si se tratara de un Marx “claro y distinto”, universalmente válido a todo tiempo y lugar, sino de un Marx intempestivo que resguarda el temblor de su escritura a contrapelo del capital. Un Marx intempestivo es fiel a Marx, precisamente porque no le reproduce técnicamente, sino que lo usa libremente: “(…) la concepción antropológica –dice Casanova explicitando su tesis- de Marx es indivisible de una determinada concepción estética del hombre. Es aquí, a nuestro parecer, donde se debate la cuestión del “humanismo” y, ligada a ésta, la cuestión del “comunismo”[2]. La antropología de Marx implicará una noción estética del hombre. Pero “estética” ya no puede significar aquí una doctrina de lo bello, sino una problematización radical acerca de la historicidad de los sentidos. Porque, en rigor, para Casanova se trata de una lectura que vaya más allá de las dos lecturas que han predominado en el circuito contemporáneo: por un lado, no se trata de reivindicar a un Marx “humanista” en el sentido en que una vez sugirió Erich Fromm, por otro, tampoco se trataría de sostener a un Marx “anti-humanista” como ha sido el santo y seña de la interpretación legada por Louis Althusser.