León Rozitchner ✆ Daniel Paz |
Emiliano Exposto | Karl Marx nos dice: “La
producción no sólo produce un objeto para el sujeto, sino también un sujeto
para el objeto”.[1] De modo que el capitalismo es un
sistema que produce no sólo cosas, sino también subjetividades. Así pues, el
sujeto capitalista es producido, según Marx, no sólo como una mercancía humana
sino también como un ser deshumanizado tanto física como espiritualmente. Por
eso, afirmamos que la binariedad del ser capitalista explicitada en el nivel
objetivo de la mercancía, se corresponde con la condición escindida del ámbito
subjetivo. Acordes con la dualidad de las cosas, bajo la forma mercancía los sujetos
aparecen como “partidos, al menos, en dos”.[2]
En este trabajo intentaremos desentrañar, a partir de una
lectura problemática del capítulo “El
fetichismo de la mercancía y su secreto” presente en El Capital de Karl Marx, el proceso
de fetichización capitalista. Para ello, consideramos esencial retomar los
núcleos básicos de la teoría que León Rozitchner elabora en torno al sujeto en Freud y el problema del poder (1998),
ya que aporta cifras conceptuales que complementan y complejizan el análisis
marxiano. Nuestra hipótesis es que en el capitalismo se produce una
fetichización trasversal al ámbito subjetivo y al objetivo. Sostenemos que la
forma dual y contradictoria de la mercancía se reproduce en la escisión
psíquico-corporal de los humanos.