John Rawls ✆ Mardy Rawls |
Jorge Giraldo Ramírez | La emergencia del problema de la
igualdad en el firmamento liberal —de la cual John Rawls es el principal
responsable— debería haber suscitado una pregunta que la más simple curiosidad
demandaba, ¿cuáles podrían ser las fuentes culturales y teóricas de un
esfuerzo, duradero y minucioso hasta la obsesión, como el del filósofo
estadounidense? La respuesta nunca fue evidente en la obra de Rawls, puesto
que, como afirma Thomas Nagel, ésta se caracterizó por un estilo impersonal.
Hubo que esperar hasta 1994, cuando Thomas Pogge escribió tal vez el primer
boceto biográfico del pensador de Baltimore, para identificar la religión y,
más específicamente, el cristianismo, como el origen de buena parte de sus
inquietudes morales y sociales, hasta el punto de que ella formó en buena
medida su temperamento (Nagel, 2003: 27) y le inclinó en un principio a
“estudiar para el sacerdocio” (Pogge, 2010: 23)
Sin embargo, para quienes nos formamos en la tradición socialista
siempre quedaba la sensación de que Karl Marx podía ser una especie de
interlocutor oculto de Rawls, quien trataba de reestructurar el pensamiento
liberal acomodando las exigencias de justicia social en un marco interpretativo
que prioriza la libertad, tal como lo había hecho ya la Iglesia católica en el
último tercio del siglo XIX.