28/2/16

Un nuevo aniversario de la publicación del Manifiesto del Partido Comunista

Karl Marx & Friedrich Engels ✆ Cecilia Martínez
Álvaro Cepeda Neri   |   I. El manifiesto-convocatoria de Karl Marx y Federico Engels sigue vigente a casi 200 años de su publicación (febrero de 1848), en la cresta de las crisis del capitalismo con la caída del crecimiento económico y el crack-recesión del capitalismo de China. Nuevamente un fantasma recorre no sólo Europa, lugar de nacimiento del Manifiesto Comunista (su nombre original: Manifiesto del Partido Comunista); y reaparece (como en la leyenda del cisne que renace sobre sus propias cenizas), materializado en las crisis del capitalismo y sus ismos de cada país asidos al neoliberalismo económico, que agotado, asfixia a los capitalistas en constantes recesiones, bajas de consumo, desempleo, recortes de presupuestos de gastos e imposición de la austeridad que han generado revueltas sociales por el final del Estado de Bienestar, provocando “zozobra y revueltas tales que hasta el FMI [Fondo Monetario Internacional] ha tratado de advertir a los gobiernos más inclinados a la derecha de que corren el riesgo de provocar una importante rebelión social” (David Harvey, Breve historia del neoliberalismo).

Economía y literatura — Karl Marx afirmó que había aprendido más leyendo a Balzac que a los economistas clásicos ingleses

Si pensamos unos minutos, nos daremos cuenta de que en toda obra de ficción, como en todas las cosas de la vida, se halla metida la economía como agua necesaria. Y no puede ser de otra manera. Aquí van algunos casos para entender dicha relación.

José Luis Garcés González   |   A raíz de la publicación del libro de Thomas Piketty El capital en el siglo XXI, varios analistas han señalado su sorpresa por la claridad de la prosa en que está escrito y por la utilización en él de novelas de la literatura europea del siglo XIX. En efecto, lo que hace Piketty es poner de ejemplo entre la riqueza por patrimonio y la riqueza por trabajo, la trama y varios personajes de Papá Goriot (1835), de Balzac, y Sentido y sensibilidad (1811), de Jane Austen, fundamentalmente.

Muchos creen que no hay, que no puede haber relación entre la economía y la literatura. Se ven, en apariencia, tan antípodas. Y que una persona vinculada a la escritura de ficción aborde un tema como la economía, puede parecer un despropósito; o que un economista use personajes literarios en la que se considera una disciplina seria, ha provocado cierto escándalo. Un poco de información y de pensamiento nos lleva a descubrir o a concluir que entre las dos disciplinas hay bastantes proximidades. Si pensamos unos minutos, nos daremos cuenta de que en toda obra de ficción, como en todas las cosas de la vida, se halla metida la economía como agua necesaria. Y no puede ser de otra manera.