18/2/16

La teoría marxista de la plusvalía absoluta: una clave para entender las condiciones laborales en el período neoliberal

Karl Marx ✆ A.d. 
Consuelo Ahumada Beltrán   |   En el curso de los dos últimos decenios, las condiciones laborales y sociales de los trabajadores se han deteriorado de manera constante, como resultado de la puesta en práctica de las políticas derivadas de los planteamientos neoliberales. 1 Los programas de ajuste fiscal, que se aplican por doquier en América Latina como eje de los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional, han afectado negativamente la situación de los sectores laborales. Aunque este deterioro ha sido más notorio en los países subdesarrollados, también se ha presentado en las economías más industrializadas del mundo y ha sido uno de los rasgos más notorios del proceso conocido en términos generales como la globalización. En el presente trabajo se analizará la teoría marxista de la plusvalía, con el objeto de contribuir a la explicación de las condiciones laborales en el mundo actual. Se parte de la tesis de que en el período neoliberal, el capitalismo recurre fundamentalmente al alargamiento de la jornada de trabajo, es decir, al incremento de la plusvalía absoluta, con el objeto de contrarrestar la tendencia decreciente de la cuota de ganancia. Por ello, el desarrollo tecnológico sin precedentes que se ha dado en los últimos tiempos no ha contribuido al mejoramiento de las condiciones laborales y sociales de la mayor parte de la población, sino que ha traído aparejado un deterioro, también sin precedentes, de dichas condiciones. La superexplotación de los trabajadores y su sometimiento a condiciones de vida y de trabajo equiparables a las de la época de la revolución industrial, son el resultado del modelo de acumulación vigente, que beneficia exclusivamente a las empresas multinacionales y al capital financiero, al servicio de los intereses de los países más poderosos del orbe.

Nicolao Merker, il grande storico della filosofia dedito a Hegel e Marx

Nicolao Merker
Guido Liguori    |   Si è diffusa ieri la notizia della scomparsa di Nicolao Merker, avvenuta domenica. Lo studioso marxista se ne è andato silenziosamente, con quel fare riservato che ne costituiva un po’ la cifra stilistica. Scompare così un grande storico della filosofia e della cultura, la cui opera è segnata dalla volontà di farsi capire, di insegnare ai «non filosofi», per portare avanti un’opera scientifica e insieme civile profondamente democratica.

Nicolao Merker, nato a Trento, di madrelingua tedesca, dopo la morte del padre era stato inviato a studiare a Messina presso uno zio antifascista e comunista. Nella università messinese insegnava il grande filosofo Galvano della Volpe, caposcuola di un marxismo non storicistico, non hegeliano, non gramsciano, anche se disciplinatamente inquadrato nei ranghi del PCI di Togliatti. Laureatosi con Della Volpe nel 1953, Merker era stato ovviamente inviato dal suo maestro in Germania e messo a lavorare su Hegel. Il primo libro che era scaturito da questi studi giovanili (Le origini della logica hegeliana. Hegel a Jena, 1961) risentiva della lettura dellavolpiana, tesa a incastonare (un po’ riduttivamente) il filosofo di Stoccarda nel quadro della «arretratezza della Germania».