Juan Manuel Aragüés |
Entre las muchísimas aportaciones de Marx totalmente vigentes para el
análisis y crítica de las sociedades contemporáneas hay una, no demasiado
comentada ni conocida entre los no especialistas, que es el concepto de intelecto general. Por dicho término, Marx entiende
el conjunto de saberes que las sociedades van produciendo a lo largo de la
historia y que se van convirtiendo, en cierto modo, en patrimonio común del
conjunto de la humanidad.
Son muchos los elementos de interés de este planteamiento.
Uno de ellos es que el saber es un fruto colectivo, que los seres humanos
producen en común, pues la inteligencia más preclara y la mente más maravillosa
siempre se nutre de las aportaciones de su época y de épocas pasadas. El
individualismo, también en ciencia, es un mito del liberalismo, una ficción que
poco tiene que ver con la realidad.