1/11/15

La praxis y la evolución del pensamiento de Marx — Esencia crítica de un pensamiento temprano postclásico

Karl Marx ✆ Grau 
Rigoberto Pupo    En el proceso de la evolución filosófica de Marx, desde su Tesis doctoral, la Gaceta del Rhin, el período intermedio en que escribe la Crítica del derecho político hegeliano, hasta los Anales Franco Alemanes (1844) su concepción de la práctica ha ido logrando nuevas determinaciones [1]. Ya en 1844, Marx aborda la práctica como actividad material transformadora, haciendo énfasis especial en la revolución, en calidad de práctica política decisiva del proletariado. Esta concepción encontrará un nivel superior de concreción en los Manuscritos económicos y filosóficos de 1844, obra donde Marx expone la significación de la práctica productiva, es decir, una nueva forma de práctica social, la determinante, sin la cual es imposible comprender las otras formas de praxis humanas, en sus determinaciones y condicionamientos [2].

Los Manuscritos económicos y filosóficos de 1844 son escritos bajo la influencia directa del proletariado francés, de los estudios realizados por Marx, la Revolución francesa, así también como de sus investigaciones en la economía política. Ya desde febrero de 1844, Marx se dirige al estudio profundo de los clásicos de la economía política (Say, Sharbek, Smith y Ricardo).

Comunidad, sociedad burguesa y Estado en el pensamiento del joven Marx

El joven Karl Marx 
Daniel Álvaro  |  He aquí tres grandes nombres, tres figuras capitales del pensamiento del joven Marx: comunidad (Gemeinschaft, Gemeinwesen), sociedad civil o burguesa (bürgerliche Gesellschaft) y Estado (Staat) 1. Ninguna de ellas, sin embargo, le pertenece. Con esto tampoco decimos ni damos a entender que estas pertenezcan de hecho o de derecho a alguien más. No hay, en sentido estricto, propietario o autor de las citadas figuras. Como es sabido, se trata de tres nombres fundamentales del léxico filosófico-político de Occidente cuyos usos y significados han variado notablemente a lo largo de la historia y continúan haciéndolo aún hoy. Aun sin pertenecerle, es indudable que Marx ha dejado su marca de pertenencia estampada en estos nombres: marca imborrable junto a muchas otras marcas dejadas por tantos otros que lo precedieron y lo sucedieron en el tiempo. Cuando Marx comenzó a utilizarlos en sus primeros escritos de juventud cada uno de ellos remitía a una tradición de pensamiento por entonces hegemónica en la cual ya aparecen entrelazados y formando parte de una misma constelación conceptual. Esta tradición, de la que Marx se siente uno de sus herederos más fieles y a su vez más críticos, se corresponde ante todo con la filosofía hegeliana del derecho y del Estado moderno, así como también, y consecuentemente, con las derivas filosóficas neohegelianas, en particular, con aquella vinculada al pensamiento de Ludwig Feuerbach.