8/4/15

Karl Marx: ‘Sobre la acción política de la Clase Obrera’ – 1871

Karl Marx
✆ Maximilian Jungwirt 
Ariel Mayo   |   La producción teórica de Marx opacó su actividad política, que ha permanecido en un segundo plano frente a los innumerables estudios dedicados, por ejemplo, al análisis de El capital (1867). No obstante, para Marx su militancia política se encontraba al mismo nivel que sus trabajos teóricos, puesto que el propósito fundamental de toda su actividad era la lucha por el socialismo. Además, y no menos importante, la escisión entre teoría y política se contrapone a los principios del método dialéctico, cuya aplicación supone tratar a la sociedad como un todo, evitando la división del trabajo, propuesta por la burguesía, entre teoría (reservada a los académicos) y política práctica (a cargo de los políticos profesionales).

El punto cumbre de la militancia política de Marx es su participación en la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT a partir de aquí; también llamada Primera Internacional). La AIT se constituyó en 1864 y desde el principio Marx jugó un rol primordial en ella, a punto tal que tuvo a cargo la redacción del Saludo Inaugural y de los Estatutos de la AIT. El trabajo de Marx en la Primera Internacional tuvo dos principios rectores: a) mantener unificado al movimiento obrero, dividido en varias corrientes ideológico-políticas; b) dirigir dicha unificación hacia la construcción de una alternativa política obrera, autónoma de la burguesía. En otras palabras, la acción de Marx estuvo orientada a la superación del momento corporativo del movimiento obrero (v.gr., lucha por mejoras salariales) y por lograr el pasaje al momento de la lucha política. En este sentido, Marx tuvo como contrincantes a los partidarios de la otra gran estrategia obrera de la época, el abstencionismo político.

Estancamiento secular, tiempo libre y marxismo

Según una nota reciente del Financial Times, el debate sobre estancamiento secular es una de las discusiones económicas más importantes de la actualidad. El articulista agrega que el otro gran debate es el referido a las fuentes de la desigualdad. Estamos de acuerdo aunque consideramos que los temas están más ligados de lo que parece

Paula Bach   |   Dedicamos a un asunto y a otro, múltiples artículos de esta columna. Nos interesa esta vez retornar sobre las cuestiones demográficas que los mentores del estancamiento secular enarbolan como una de las causas explicativas centrales de su tesis. Como señalamos en Lo que es bueno para la humanidad no lo es para el capital, el escaso crecimiento poblacional en los países centrales, resulta para los economistas, una de las explicaciones más exhaustivas del bajo crecimiento económico durante las últimas décadas. La cuestión está adquiriendo cada vez mayor lugar como problema estructural del crecimiento económico capitalista. Veamos algunos ejemplos en términos -si se quiere- prácticos. Dice Financial Times, que Japón intenta escapar a dos décadas de deflación y el denominado programa de tres flechas -por sus facetas monetaria, fiscal y estructural- impulsado por el primer ministro Shinzo Abe, estaría fallando fundamentalmente en su aspecto estructural.