► Este
trabajo, con algunas correcciones y agregados, reproduce la ponencia presentada
en el Congreso Internacional sobre "Karl Marx en África, Asia y
América Latina", organizado por la Fundación Friedrich
Ebert, en colaboración con la Comisión Alemana de la UNESCO en Tréveris
(RFA), del 14 al 16 de marzo de 1983.
José Aricó | La inserción del marxismo en la cultura política
latinoamericana es un tema aún insuficientemente explorado y que suscita
problemas de compleja resolución. Obligado como está a incluir una extensa
constelación de perspectivas diferentes en términos de teorías, doctrinas y
programas de acción, situación que, por lo demás, lo aproxima en parte a lo que
ocurre en otras áreas culturales, en Hispanoamérica el tema se complica porque,
en muchos casos, partidos políticos o movimientos nacionales que reservan
enfáticamente para sí el calificativo de "marxistas" deberían con
mayor razón ser considerados expresiones más o menos modernizadas de antiguas
corrientes democráticas, antes que formaciones ideológicas adheridas
estrictamente al pensamiento de Marx o a las corrientes que de él se
desprendieron. Si hoy, por ejemplo, no podríamos reducir el fenómeno aprista a
una variante autóctona de movimientos inspirados en el marxismo, no debe
olvidarse que en los años treinta sin embargo, se presentó como una genuina
interpretación indoamericanista de la doctrina de Marx.