2/2/15

Marx y América Latina

Este trabajo, con algunas correcciones y agregados, reproduce la ponencia presentada en el Congreso Internacional sobre "Karl Marx en África, Asia y América Latina", organizado por la Fundación Friedrich Ebert, en colaboración con la Comisión Alemana de la UNESCO en Tréveris (RFA), del 14 al 16 de marzo de 1983. 

José Aricó   |   La inserción del marxismo en la cultura política latinoamericana es un tema aún insuficientemente explorado y que suscita problemas de compleja resolución. Obligado como está a incluir una extensa constelación de perspectivas diferentes en términos de teorías, doctrinas y programas de acción, situación que, por lo demás, lo aproxima en parte a lo que ocurre en otras áreas culturales, en Hispanoamérica el tema se complica porque, en muchos casos, partidos políticos o movimientos nacionales que reservan enfáticamente para sí el calificativo de "marxistas" deberían con mayor razón ser considerados expresiones más o menos modernizadas de antiguas corrientes democráticas, antes que formaciones ideológicas adheridas estrictamente al pensamiento de Marx o a las corrientes que de él se desprendieron. Si hoy, por ejemplo, no podríamos reducir el fenómeno aprista a una variante autóctona de movimientos inspirados en el marxismo, no debe olvidarse que en los años treinta sin embargo, se presentó como una genuina interpretación indoamericanista de la doctrina de Marx.

Visión de Marx sobre América Latina

Leopoldo Zea [1983]      “A Marx, como pensador –decía Ernesto Che Guevara–, como investigador de las doctrinas sociales y del sistema capitalista que le tocó vivir, pueden, evidentemente, objetársele ciertas incorrecciones. Nosotros, los latinoamericanos, podemos, por ejemplo, no estar de acuerdo con su interpretación de Bolívar o con el análisis que hicieran Engels y él de los mexicanos, dando por sentadas incluso ciertas teorías de las razas o las nacionalidades inadmisibles hoy”. 1 Lo que ya destacaba el Che Guevara en 1960, se ha presentado en nuestros días en forma crítica entre varios marxistas latinoamericanos al recordarse, por un lado, el bicentenario del nacimiento de Simón Bolívar y, por el otro, el centenario de la muerte de Marx. Un problema que parece de lealtades. Lealtad como latinoamericano a la obra y trascendencia de Bolívar y, como marxista a la doctrina revolucionaria de éste. Lo cierto es que, cada uno en su campo, en el de la acción libertadora, y en el de la doctrina que ofrece instrumentos para ampliar esas acciones, siguen vigentes. Una vigencia que no debe ser vista como contradictoria. El Che Guevara lejos de hacerse problema del desencuentro planteado dice: “Pero los grandes hombres descubridores de verdades luminosas, viven a pesar de sus pequeñas faltas, y estas sirven solamente para demostrarnos que son humanos, es decir, seres que pueden incurrir en errores, aun con la clara conciencia de la altura alcanzada por estos gigantes del pensamiento”.