21/9/15

Marx y el ejemplo — Sobre los límites de la racionalidad científica capitalista

Karl Marx ✆ P. Weninger
Luis S. Villacañas de Castro   |   Este ensayo aborda la pregunta por la racionalidad o no racionalidad de lo que alguna vez se llamó la sociedad burguesa, a la que se propone evaluar en su totalidad. Nos interesa sobre todo preguntarnos, a este respecto, qué comprensión de la racionalidad científica posee el modo de producción capitalista (de qué manera la define, bajo qué postulados) y hasta qué punto es solidaria de los propios contenidos de su teoría económica. Se trata de dos temas relacionados, el de la racionalidad general y el de la racionalidad económica; el de las fronteras de la primera y las crisis (capitalistas) de la segunda. Queremos explicar, pues, en qué medida el modo de producción capitalista supuso un indudable avance sobre los otros modos de producción (un avance, como dice Weber, en la racionalización occidental, llevándola hasta cotas no alcanzadas por otras civilizaciones: «Sólo en el occidente hay “ciencia” en aquella fase de su evolución que reconocemos actualmente como “válida”» 1), pero también acerca de aquello que en el capitalismo funciona mal, y además lo hace en razón de los límites de su propia ratio

Por supuesto, plantear esto último implica, de suyo, una toma de posición dentro del debate sobre la racionalidad capitalista. Que los problemas de este modelo de sociedad no se deban a la distancia que media entre su ser y su deber ser (esto es, que no sean fallos contingentes que él mismo, recurriendo a su propia teoría, podría solucionar) sino que, al contrario, se trate de fallos que ya funcionan en su idea teórica (en su deber ser) y que, por lo tanto, seguirían estando presentes incluso si el capitalismo realizara su mejor posibilidad... todo esto significa que asumimos que existe un límite en la racionalidad capitalista. Tanto el marxismo como el psicoanálisis insisten en esta línea, precisamente cuando defienden que hay ciertas zonas oscuras en los postulados que la sociedad capitalista en su conjunto asume como punto de partida.

Ahora bien, si queremos comprender verdaderamente la índole de esta discusión, hemos de insistir en el hecho de que el marxismo y el psicoanálisis entienden esta insuficiencia teórica de la sociedad burguesa como un obstáculo en el avance de la cientificidad. Esto es, lo específico del marxismo y del psicoanálisis radica en que su discusión acerca de la racionalidad o la no-racionalidad del capitalismo equivale siempre al problema de los criterios adecuados para hacer ciencia. Se trata de algo exclusivo de ellos, que sirve para distinguir sus críticas de las que sobre el capitalismo vierte cualquier visión tradicionalista del mundo: nacionalista, religiosa, comunitaria, etc. Pues si escuchamos cuidadosamente lo que estas últimas quieren decir, nos percatamos de que la censura que dirigen a la economía de mercado se hace acompañar de la férrea demanda (no siempre explícita) de que sus respectivos fundamentos nacionales, religiosos, éticos, etc., primen sobre aquello que de científico tiene el capitalismo 2. A veces, tratan de hacer pasar sus principios tradicionales por científicos (en el caso del racismo o de ciertos nacionalismos, por ejemplo, cuando aspiran a justificarse desde la biología), aunque no es lo habitual. Antes bien, en la mayoría de ocasiones, llegado un punto no tienen reparo alguno en declararse abiertamente anti-científicas. Así, critican al capitalismo por ser demasiado científico, mientras que el marxismo y el psicoanálisis lo valoran solamente en la medida en que lo es, y lo critican por que no lo es suficientemente. Marxismo y psicoanálisis quieren más ciencia de la que la sociedad capitalista puede ofrecer, y justifican sus propios aportes novedosos en la medida en que sus descubrimientos significarían un progreso en la racionalidad científica occidental. Aunque no puedo detenerme en este asunto, este hecho depende de que comprenden al sujeto, al objeto de estudio (la sociedad) y sus relaciones de una manera completamente diversas de lo que lo hace la racionalidad científica capitalista.

Nota del Editor: El presente ensayo fue publicado en ISEGORÍA. Revista de Filosofía Moral y Política N° 44, enero-junio, 2011, 89-114 y su texto completo lo ofrecemos en formato PDF-
Luis S. Villacañas de Castro es profesor de la Universidad de Valencia (España)
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