Karl Marx ✆ P. Weninger |
Luis S. Villacañas de Castro
| Este ensayo aborda la
pregunta por la racionalidad o no racionalidad de lo que alguna vez se llamó la
sociedad burguesa, a la que se propone evaluar en su totalidad. Nos interesa
sobre todo preguntarnos, a este respecto, qué comprensión de la racionalidad
científica posee el modo de producción capitalista (de qué manera la define,
bajo qué postulados) y hasta qué punto es solidaria de los propios contenidos
de su teoría económica. Se trata de dos temas relacionados, el de la
racionalidad general y el de la racionalidad económica; el de las fronteras de
la primera y las crisis (capitalistas) de la segunda. Queremos explicar, pues,
en qué medida el modo de producción capitalista supuso un indudable avance
sobre los otros modos de producción (un avance, como dice Weber, en la
racionalización occidental, llevándola hasta cotas no alcanzadas por otras civilizaciones:
«Sólo en el occidente hay “ciencia” en aquella fase de su evolución que
reconocemos actualmente como “válida”» 1), pero también acerca de aquello que
en el capitalismo funciona mal, y además lo hace en razón de los límites de su
propia ratio.
Por supuesto, plantear esto último implica, de suyo, una toma de
posición dentro del debate sobre la racionalidad capitalista. Que los problemas
de este modelo de sociedad no se deban a la distancia que media entre su ser y
su deber ser (esto es, que no sean fallos contingentes que él mismo,
recurriendo a su propia teoría, podría solucionar) sino que, al contrario, se
trate de fallos que ya funcionan en su idea teórica (en su deber ser) y que,
por lo tanto, seguirían estando presentes incluso si el capitalismo realizara
su mejor posibilidad... todo esto significa que asumimos que existe un límite
en la racionalidad capitalista. Tanto el marxismo como el psicoanálisis
insisten en esta línea, precisamente cuando defienden que hay ciertas zonas
oscuras en los postulados que la sociedad capitalista en su conjunto asume como
punto de partida.
Ahora bien, si queremos comprender verdaderamente la índole
de esta discusión, hemos de insistir en el hecho de que el marxismo y el
psicoanálisis entienden esta insuficiencia teórica de la sociedad burguesa como
un obstáculo en el avance de la cientificidad. Esto es, lo específico del
marxismo y del psicoanálisis radica en que su discusión acerca de la
racionalidad o la no-racionalidad del capitalismo equivale siempre al problema
de los criterios adecuados para hacer ciencia. Se trata de algo exclusivo de
ellos, que sirve para distinguir sus críticas de las que sobre el capitalismo
vierte cualquier visión tradicionalista del mundo: nacionalista, religiosa,
comunitaria, etc. Pues si escuchamos cuidadosamente lo que estas últimas
quieren decir, nos percatamos de que la censura que dirigen a la economía de
mercado se hace acompañar de la férrea demanda (no siempre explícita) de que
sus respectivos fundamentos nacionales, religiosos, éticos, etc., primen sobre
aquello que de científico tiene el capitalismo 2. A veces, tratan de hacer
pasar sus principios tradicionales por científicos (en el caso del racismo o de
ciertos nacionalismos, por ejemplo, cuando aspiran a justificarse desde la
biología), aunque no es lo habitual. Antes bien, en la mayoría de ocasiones,
llegado un punto no tienen reparo alguno en declararse abiertamente
anti-científicas. Así, critican al capitalismo por ser demasiado científico,
mientras que el marxismo y el psicoanálisis lo valoran solamente en la medida en
que lo es, y lo critican por que no lo es suficientemente. Marxismo y
psicoanálisis quieren más ciencia de la que la sociedad capitalista puede
ofrecer, y justifican sus propios aportes novedosos en la medida en que sus
descubrimientos significarían un progreso en la racionalidad científica
occidental. Aunque no puedo detenerme en este asunto, este hecho depende de que
comprenden al sujeto, al objeto de estudio (la sociedad) y sus relaciones de
una manera completamente diversas de lo que lo hace la racionalidad científica
capitalista.
Nota del Editor:
El presente ensayo fue publicado en ISEGORÍA. Revista de Filosofía Moral y
Política N° 44, enero-junio, 2011, 89-114 y su texto completo lo ofrecemos en
formato PDF-
Luis S. Villacañas de Castro es profesor de la Universidad de Valencia (España)
Luis S. Villacañas de Castro es profesor de la Universidad de Valencia (España)
http://isegoria.revistas.csic.es/ |