16/12/14

La “otra” Escuela de Frankfurt: Hans-Jürgen Krahl, teórico de la Praxis emancipadora – III

Nicolás González Varela   |   Kritik y Trabajo abstracto: En la Einleitung de 1857 Marx diferenciará entre Categorías simples (einfachen Kategorien) y Categorías concretas (konkrete Kategorien), lo simple precede por necesidad a lo concreto, pero siempre el Sustrato más concreto (konkretere Substrat), con sus vínculos subraya Marx, de aquella simple debe siempre presuponerse. Una einfachen Kategorie, Categoría simple, por ejemplo la “Posesión” (de algo), expresa siempre Relaciones en las cuales lo concreto no desarrollado pudo haberse realizado sin haber establecido todavía “el vínculo más multilateral que se pueda expresar en la Categoría más concreta”, ella puede expresar la Relaciones dominantes (herrschende Verhältnisse) de una Totalidad no desarrollada o bien las Relaciones subordinadas (untergeordnete Verhältnisse) de un Todo más desarrollado, relaciones que existían ya históricamente antes de que el Todo se dearrollara en el sentido de una Categoría más concreta, dirá Marx que “sólo entonces la Transición del Pensamiento abstracto, que se eleva de lo Simple a lo Complejo, podría corresponder (entspräche) al Proceso histórico real”. A su vez, dirá Marx, una konkrete Kategorie conserva siempre esta misma Categoría simple, la “Posesión”, como una Relación subordinada (untergeordnetes Verhältnis).[1] 

Prefacio a una historia inconclusa del marxismo en Chile

Prólogo al libro 'Marxismo: Aquí y Ahora' de Carlos Pérez Soto

Ángelo Narváez & Roberto Vargas   |   La provocación de un título como Marxismo: Aquí y Ahora exige la aclaración de ciertas perspectivas sobre el sentido del marxismo en Chile. Primero, que el marxismo no ha sido una fuente epistemológica homogénea que se haya adecuado como una matriz única a distintas formas analíticas. Cuestión expresada en las diferentes lecturas y fuentes de las cuales se nutren, por ejemplo, la llamada historiografía marxista clásica chilena, la teoría de la dependencia de los años ’60 y ’70, la “Nueva Historia Social”, y las diversas variaciones críticas provenientes desde varios puntos de las ciencias sociales.

Pero esto no es una situación puramente nacional, si no que fue y es una realidad experimentada, a lo largo del siglo XX y comienzos del siglo XXI, sobre todo a nivel internacional. Dentro de los marcos de la extensa multiplicación de perspectivas marxistas, han sido perfectamente defendibles lecturas marxistas radicalmente opuestas entre sí.