Paula Varela |
“… si según Marx y Engels el
proletariado alemán es el heredero histórico de la filosofía alemana clásica,
usted es el albacea de esa herencia”. Con estas palabras saludaba Rosa
Luxemburgo a Franz Mehring en su cumpleaños número 70, el 27 de febrero de 1916.
Unos años antes, en 1910, Laura Lafarge (hija de Marx) había designado a
Mehring como su representante en la edición de la correspondencia entre Marx y
Engels, confirmando esta caracterización. En 1918 Mehring haría honor a ese
reconocimiento publicando su biografía sobre Marx.
Una biografía
materialista para el padre del materialismo histórico
Leer la biografía de Mehring1 humaniza a Marx. Pero no
en el falso (y tan trillado) sentido pseudoprogresista de buscar un Marx
“humanista” contrapuesto a la dictadura del proletariado. Todo lo contrario, lo
humaniza porque esa dictadura (la democracia más profunda que jamás haya
existido), como así también toda la serie de pilares que constituyen al
marxismo revolucionario, se vuelven una conclusión necesaria (aunque no
evidente) de los cambios históricos que Marx (y Engels) estaban presenciando.
La biografía