Marcela
Gamberini | Réimon
es una sutileza, una puesta en escena de la dialéctica actual y profunda del
amo y el esclavo. El gran protagonista de la película es el trabajo, la fuerza
del trabajo y sus efectos sociales. La lectura de El capital de Karl Marx actualiza los conceptos, las ideas y a la
vez los representa. La representación de conceptos históricos y legendarios en
imágenes es complejo. La película cuestiona, interroga con sus imágenes aquello
que dice con palabras.
Réimon es una trabajadora, callada, sencilla, modesta. Su
vida familiar se retrata en los primeros planos de sus parientes, una comida
familiar, unos rostros sencillos, trabajadores. ‘Réimon’, nombre travestido de
Ramona, trabaja de mucama, trabaja todo el día. Empieza al amanecer subiendo y
bajando de colectivos, trenes y colectivos, atravesando puentes y autopistas,
como si quisiera unir con la costura de su cuerpo aquellos márgenes. Su ocio es
casi nulo, trabaja sin parar. Cuando llega a su casa, saca a pasear al perro en
una secuencia maravillosa que se juega en la abierta luminosidad, en los
sonidos ambientes, en los ladridos furiosos de los perros; este es el recorrido
del trayecto que Ramona hace día a día, firmando su cotidianeidad, su rutina.
La cámara de Rodrigo Moreno