9/4/14

Karl Marx en el cine

Marcela Gamberini  |  Réimon es una sutileza, una puesta en escena de la dialéctica actual y profunda del amo y el esclavo. El gran protagonista de la película es el trabajo, la fuerza del trabajo y sus efectos sociales. La lectura de El capital de Karl Marx actualiza los conceptos, las ideas y a la vez los representa. La representación de conceptos históricos y legendarios en imágenes es complejo. La película cuestiona, interroga con sus imágenes aquello que dice con palabras.

Réimon es una trabajadora, callada, sencilla, modesta. Su vida familiar se retrata en los primeros planos de sus parientes, una comida familiar, unos rostros sencillos, trabajadores. ‘Réimon’, nombre travestido de Ramona, trabaja de mucama, trabaja todo el día. Empieza al amanecer subiendo y bajando de colectivos, trenes y colectivos, atravesando puentes y autopistas, como si quisiera unir con la costura de su cuerpo aquellos márgenes. Su ocio es casi nulo, trabaja sin parar. Cuando llega a su casa, saca a pasear al perro en una secuencia maravillosa que se juega en la abierta luminosidad, en los sonidos ambientes, en los ladridos furiosos de los perros; este es el recorrido del trayecto que Ramona hace día a día, firmando su cotidianeidad, su rutina. La cámara de Rodrigo Moreno

Durkheim y Marx | Apuntes para la discusión de los estereotipos

Karl Marx & Émile Durkheim ✆ Jocelin  
Ariel Mayo  |  Es habitual calificar a Émile Durkheim (1858-1917) de sociólogo “positivista”. Como el positivismo goza de poco aprecio en nuestros días, la calificación mencionada es una forma elegante de condenar la obra del sociólogo francés al desván de los trastos viejos de la teoría social. Al hacerlo, se deja de lado una de las construcciones teóricas más sólidas elaboradas en el marco del proyecto teórico de la ciencia social de la burguesía. En la vida no hay casualidades. El destino de la obra de Durkheim va de la mano con la renuencia de la burguesía para admitir las crisis bajo el capitalismo y la necesidad de una ciencia que dé cuenta de las mismas. La sociología durkheimiana es, ante todo, una ciencia de la crisis y procura resolver los problemas de la clase dominante a partir del reconocimiento de la existencia de profundas contradicciones en la sociedad burguesa. Es por ello que Durkheim se vio obligado a desarrollar una sociología dirigida a impugnar el individualismo imperante en la economía, pues ese individualismo había conducido a una profunda crisis de la sociedad (ver su desarrollo del concepto de anomia en La división del trabajo social y en El suicidio). En los párrafos siguientes presentaré un ejemplo del carácter que asumió esa impugnación y de los puntos de contacto del mismo con el marxismo.