2/1/14

Il Capitale Finanziario | Oggi l’economia borghese non conduce più energiche e gaie battaglie sul piano teorico, interviene soltanto là dove questa ha degli interessi pratici

Emiliano Brancaccio & Luigi Cavallaro  |  1. La teoria economica dominante è ancora lì, ferma sul suo trono. La «Grande Contrazione» iniziata nel 2008 l’ha colta di sorpresa, quasi del tutto impreparata, ma non sembra averle inferto gravi danni. La reputazione dei modelli ortodossi di funzionamento del capitalismo ne è uscita senza dubbio appannata, ma le prescrizioni che se ne derivano continuano ugualmente a rimbombare nell’arena politica. Si tratta ormai di una vera e propria geremiade, sulla cui capacità di far presa in modo duraturo non ci si deve però ingannare. Sotto di essa covano profonde contraddizioni, potenzialmente in grado di minare la solidità delle attuali convenzioni e deviare il corso storico degli eventi. Approfondirle è senz’altro possibile, ma occorre innanzitutto un chiarimento sul concetto di teoria dominante, a partire dal suo nucleo originario: l’analisi neoclassica.

Stando a una celebre definizione1, una teoria economica può dirsi «neoclassica» (o «marginalista») se si propone di descrivere il funzionamento del sistema capitalistico sulla base dei seguenti dati esogeni: la tecnologia di produzione, le dotazioni delle risorse e le preferenze degli individui. Date le risorse di cui dispone, ciascun soggetto decide di consumarle oppure di scambiarle sul mercato in

Leer El Capital | Algunos intelectuales tolerantes con el psicoanálisis tacharon al marxismo de seudociencia, cuando no de seudorreligión

  • Einstein se tragó vivo a Newton; y, análogamente, nosotros tenemos que tragarnos vivo a Marx, no consultarlo como a un oráculo
  • El Capital es de obligada lectura para quienes intentamos reflexionar sobre los fundamentos del comunismo, pero no para los militantes de izquierdas en general
Karl Marx ✆ Atilla Atala
Carlo Frabetti  |  Hace unos días participé en la presentación en Madrid de Nuestro Marx, de Néstor Kohan (un libro esclarecedor cuya lectura recomiendo sin reservas), recientemente publicado por la editorial La Oveja Roja con un excelente prólogo de Belén Gopegui, y durante el coloquio alguien dijo que un texto sobre marxismo solo es válido si nos lleva a leer El Capital. Y aunque manifesté mi desacuerdo con esta afirmación, no hubo tiempo para profundizar en el asunto, de modo que intentaré hacerlo ahora.

Creo que a ningún biólogo se le ocurriría decir que un texto sobre evolucionismo solo es válido si nos lleva a leer El origen de las especies, y, desde luego, ningún físico diría que la validez de un trabajo de física teórica depende de que nos remita al Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo de Galileo o a los Principia Mathematica de Newton. Y sin embargo, siendo muchísimo lo que las ciencias sociales le deben a El Capital, es aún más lo que las ciencias naturales les deben a cualquiera de los otros tres libros citados. ¿Por qué la relación con los clásicos (aunque en este caso habría que hablar más bien de libros fundacionales) no es la misma en uno y otro campo? ¿Por qué en el marco de las ciencias sociales cabe una afirmación tan esquemática como la antes citada? Si tuviera que dar una respuesta igualmente esquemática, diría: por puro fetichismo (y aprovecho para señalar que uno de los