Rosa Luxemburgo ✆ David Levine |
M. Roca Monet [1999] | El pasado mes de enero se conmemoró el… [95] aniversario del brutal asesinato de la
eminente Rosa Luxemburgo. El 15 de Enero de 1919, apenas dos meses después de
salir tremendamente envejecida de la cárcel de Breslau, con sólo 48 años, el
gobierno contrarrevolucionario de la socialdemocracia alemana decidió que aquel
cerebro teórico del marxismo tenía que dejar de pensar. Unos sicarios,
oficiales del ejército, le hundieron el cráneo a golpes, que remataron con un
tiro en la cabeza, haciéndole estallar el cerebro en pedazos. Su cadáver
mutilado fue tirado a un canal del que no sería rescatado hasta
meses después. Un compañero de lucha, Leo Jogiches, asimismo asesinado en las
jornadas de marzo, comunicó a Lenin, el máximo dirigente del partido
bolchevique y de la Gran Revolución Rusa de Octubre (1917), la muerte de Rosa
Luxemburg y de Karl Liebknett, en términos lapidarios: "Rosa y Karl han llevado
a su extremo el deber revolucionario".
Y es que, tanto Rosa como Karl pudieron
haber huido, cuando la socialdemocracia gubernamental decidió ser “el perro sangrador”
de la revolución alemana, incitando a matar a los dirigentes espartaquistas y
recientes fundadores del Partido Comunista alemán (KPD). Las paredes de las
calles de Berlín aparecieron con carteles que decían: “Si quieres tener pan,
trabajo y paz, mata a Liebknett y Rosa Luxemburg”. El mismo diario
socialdemócrata Vorwärts, en el que antaño escribiera Rosa incitaba a que la
asesinaran impunemente.
En su memoria, nos toca decir que la vida de Rosa Luxemburg
estuvo cargada de una formidable energía dedicada por completo a la lucha por
la revolución socialista, dando por sentado que ésta no era para ella una meta
utópica o ilusoria, sino por el contrario, la realización de la necesidad
histórica en términos dialécticos. Eso explica, en primer lugar, que afronte
los problemas y las dificultades de la política práctica, tratando de encontrar
o aportar soluciones, mediante nuevos desarrollos del marxismo. Lo cual implica
partir, en todo momento, de las enseñanzas de Marx y Engels, fundadores del
materialismo histórico y dialéctico. Este enfoque metodológico le permite saber
hasta dónde llegaron sus maestros, para no “inventar lo inventado”, y así hacer
avanzar el “socialismo científico” del que afirmará orgullosa: “El socialismo
nos ha enseñado a comprender las leyes objetivas del desarrollo histórico”.
Aquí se tratará de esbozar aquellas cuestiones más
llamativas, que fueron objeto de estudio para Rosa Luxemburg, en una hilazón
casi cronológica, desde el primerizo enfoque de la cuestión nacional, seguida
por la temática del revisionismo teórico y su reflejo en el reformismo
político-parlamentario y sindical, el imperialismo, la acción revolucionaria en
Rusia y Alemania, y la organización del partido de la clase obrera. Se deja de
lado deliberadamente la pormenorización mayor de las controversias suscitadas
por su pensamiento sobre estas cuestiones, con el ánimo de volver en otras
entregas sobre las mismas.
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