Karl Marx ✆ Jaime Clara |
Néstor Kohan |
Un curioso cadáver. “Marx ha muerto” repiten con insistencia la
Academia, las ONGs y la literatura de
última moda que se vende en las librerías de shopping. Autoritario, violento,
estatista, verticalista, jacobino, determinista, eurocéntrico, patriarcal,
brutalmente moderno, desconocedor de los pliegues más profundos de la
subjetividad, ciego ante los nuevos movimientos sociales, ignorante ante la
diferencia, despectivo frente al medio ambiente. Sí, tiene prestigio, pero no
nos sirve para pensar el presente. El facebook
lo apuñaló. “¡Doctor! Firme de una buena vez el acta de defunción. No hay
remedio. Está muerto”.
Curioso cadáver al que hay que comprarle un féretro nuevo
cada mes, cada año, cada década. Qué teoría tan rara… necesita ser enterrada
periódicamente. ¿No nos estarán engañando las funerarias posmodernas,
posestructuralistas, autonomistas y posmarxistas para hacer un buen dinerillo?
En la Argentina de 1976 —fecha emblemática de nuestra
cultura política que marca a fuego cualquier debate teórico en nuestro país— se
clasifica al revolucionario marxista como “terrorista”, “extremista”,
“delincuente subversivo”. Una marca