Karl Marx ✆ Ellie Foreman Peck |
Rolando Astarita | El
objetivo de esta nota es presentar, de una manera accesible, la concepción de
Marx sobre el capital y algunas conclusiones políticas que se desprenden para
los marxistas del asunto. Tengamos presente que, según la representación
habitual, la máquina, el dinero, las materias primas, etcétera, son “en sí”
capital. Eso es, se los considera capital, al margen de las relaciones sociales
en que se hallan inmersos. Por ejemplo, Böhm Bawerk define al capital como al
conjunto de productos que sirven para adquirir bienes [>>
Ver texto ]. En este enfoque, ni siquiera es necesario que haya sociedad
para hablar de capital; después de todo, Robinson Crusoe pasa a tener su primer
"capital" cuando posterga la recolección de frutos salvajes para
construir el arco y la flecha. De esta manera, el capital queda desprovisto de
todo contenido social e histórico. Se transforma en un presupuesto ineludible
de la vida productiva del ser humano; pareciera “natural” entonces que haya
capital para producir. Su raíz social se hace invisible. La concepción de Marx
es la opuesta. Dice: “... el capital no es una cosa, sino determinada relación
socia de producción perteneciente a determinada formación histórico-social y
que se representa en una cosa y le confiere a ésta un carácter específicamente
social” (1999, pp. 1037-8, t. 3). En lo que sigue, desarrollamos esta idea.