Che Guevara ✆ Sebastián Santoni |
María del Carmen
Ariet |
A la pregunta que nos hacen reiteradamente sobre la presencia del
Che en la realidad cubana de hoy dentro de la transformación de nuestro modelo
económico y también de la sociedad cubana en general, creo que lo pertinente es
delimitar algunas fronteras y conceptualizaciones válidas, inclusive, para
estos tiempos y los por venir. Por supuesto, sin soslayar el análisis de la
vigencia o no de algunos presupuestos incorporados por él a su sistema de
pensamiento, referidos a contextos y coyunturas propias de su época.
1. Creo que para
el Che al igual que para otros pensadores es necesario e imprescindible
analizarlos, como se ha apuntado, dentro del contexto en que vivieron y qué los
condujo a determinadas afirmaciones y tesis asentadas por esa realidad, a veces
coyuntural, pero otras afianzadas en una lógica más acabada que trasciende su
tiempo. Así debemos estudiarlos y precisar su vida y obra sin caer en excesos
de un lado u otro, con su dialéctica propia y los límites que no lleven a un
desgaste o a una repetición insustancial de algunas tesis o presupuestos
específicos.
2. Sin dudas, no
es confundir, como afirman algunos, que el Che pretendiera ser el más comunista
de todos, pero sí fue uno de los
más convencidos de algo que siempre reiteró:
el socialismo como sistema es insuperable al capitalismo y más temprano que
tarde se convertirá en el futuro de la humanidad, solo que no será una tarea
fácil por el peso y la pujanza del capitalismo desarrollado y, sobre todo, por
la necesidad de construir el futuro desde el presente, pensando en lo
superioridad intrínseca del comunismo. La posibilidad de avanzar hacia un
sistema superior solo es posible si se tiene en cuenta un requisito principal:
pensar en el hombre que tiene que construir ese futuro, porque como afirmara
reiteradamente sin socialistas no se puede transitar hacia el cambio. Esa gran
verdad lo conduce a elaborar un sistema de pensamiento y acción propio de la
Filosofía de la praxis, donde la teoría y la acción se funden para marchar
juntos en la conquista de la nueva sociedad.
3. Cabe una
interrogante muy extendida en algunos para estos tiempos que corren, ¿fue el
Che utópico al pensar y definir al hombre nuevo del futuro? Yo pienso que no,
si asumimos cómo sintió, actuó y pensó acerca de ese proceso y cuya base la
extrajo del propio Marx, de ahí que sea necesario borrar ese halo místico en
que se ha asumido muchas veces su huella de hombre perfecto, capaz de idealizar
la posibilidad de construir un hombre nuevo alejado de la realidad. Creo que su
actuar está en correspondencia con su modo de pensar, pero sobre todo en la
angustia que advertía en cómo avanzar en el desarrollo de la conciencia en su
función de ente transformador, sin dejarse atrapar por dogmas preestablecidos
ni vulgarizaciones que nada tienen que ver con el marxismo y su praxis. En su
caso, tiene una importancia real porque forma parte de uno de sus aportes
esenciales al marxismo como continuador de Marx, que lo llevan a afirmar que
para transitar por un cambio verdadero era necesario trabajar con el hombre
desde el primer día y formarlo en una conciencia que le permitiera entender sus
circunstancias, su modo de actuar y su sacrificio desde el presente, marcado
por una ética de valores en que se pudiera vislumbrar un pensamiento político y
un comportamiento acorde con esos principios. Recordar la fórmula que define al
socialismo en esa primera etapa: Productividad + Conciencia, aparentemente
simple pero muy sugerentes y comprometida al dejar delimitada componentes que,
de no observarse, darían al traste con el camino hacia un tránsito verdadero.
4. En esa
definición se encuentra en síntesis, su concepción del verdadero significado
del Socialismo, pero sobre todo algo que formó parte de su marxismo crítico y
uno de sus principales contenidos como verdaderos aportes al pensamiento
marxista, al partir de que solo la actividad humana, sin mecanicismos ni
imposiciones, puede hacer avanzar la transición hacia el socialismo. En ese
nivel sitúa las críticas que en su momento le hace al modelo económico del
llamado socialismo existente de su época, las que le valieron calificativos de
hereje, aunque en definitiva la historia se encargó de darle la razón. Parte,
una vez más, del papel del hombre y la conciencia como rasgos esenciales y
necesarios y, justamente ahí, a su juicio, es que el socialismo se perdía al
proponerse actuar con los condicionamientos propios de una sociedad capitalista
y no desarrollarse como constructor consciente de la sociedad nueva. Por
supuesto es una pregunta a hacerse en la Cuba de hoy y el espacio que ocupa el
Che, si en verdad mantenemos el sueño de hacer realidad un socialismo
emancipatorio.
5. Partamos de lo
que afirmábamos al principio sobre los contextos y condicionamiento de su
época. Para el Che el socialismo instaurado por primera vez en el mundo podía
suplantar al capitalismo por ser superior y por proponerse alcanzar la
verdadera emancipación de la humanidad. Estaba convencido de ese fundamento y
así concibió un pensamiento y acciones que lo vislumbraran, sin embargo muy pronto
al conocer a profundidad lo que ocurría en el llamado socialismo existente
comenzó a palpar deficiencias y fisuras que de no pararse darían al traste con
la construcción futura del socialismo. Es el momento en que estudia
concienzudamente cuáles eran los problemas que se habían generado y de qué
forma podían superarse.
6. Esos
enunciados significan un mérito enorme que habla no solo de su capacidad
política e ideológica, sino que habla de su capacidad intelectual y su profundo
conocimiento del marxismo y la Economía Política cuando emplaza las
deficiencias de lo que estaba ocurriendo y las posibles vías para superarlo. Es
el comienzo de una profunda reflexión donde analiza los problemas de la EP y su
no existencia en la transición socialista, lo que a su juicio impedía
teóricamente partir de bases concretas para avanzar en el proceso. Se carecía
de una herramienta imprescindible para dar respuestas a las necesidades de lo
nuevo y barrer con lo obsoleto de lo anterior. A esa verdad se unen no solo los
problemas económicos si no también los políticos al instaurarse irracionalmente
un poder autoritario, dogmático y sectario que se valía de un recetario de
citas para imponer una experiencia que no era la única y que ni tampoco se
proponía propiciar un cambio. Es el momento en que comienza una carrera para
ser igual a…, lo que al final da al traste con la construcción de los cimientos
verdaderos en que afianzar los nuevos cambios.
7. Partiendo de
esa experiencia no solo elabora apuntes críticos acuciosos y rigurosos en sus
aseveraciones, sino que comienza a estructurar un pensamiento propio acerca del
socialismo, partiendo de su experiencia dentro de la RC y también del
conocimiento que tenía de la realidad tercermundista, momento en que construye
un conjunto de tesis que servirían para incorporar a la realidad del socialismo
existente a otro tipo de países, subdesarrollados por demás, para que unidos
todos pudieran establecer un frente común de oposición al capitalismo y al
imperialismo y avanzar en el camino certero hacia el socialismo. Elabora tesis
generales que parten de un análisis importantísimo del papel del Imperialismo,
su capacidad de respuesta, su vínculo con el mundo dependiente y
subdesarrollado y cómo ese mundo puede ser capaz de enfrentársele. Es el clímax
de su pensamiento y hasta donde pudo llegar, momento en que toma la decisión de
elaborar un proyecto personal de lucha al pensar que ese camino de
enfrentamiento era acertado y el más directo. Desde nuestra óptica actual, se
puede estar o no de acuerdo, si fue equivocada esa elección, pero hasta el
momento el legado que nos dejara, a pesar de sus circunstancias, lo colocan en
una posición sobresaliente como intelectual comprometido con un actuar
revolucionario que lo trasciende.
8. De modo
práctico es importante destacar el esfuerzo que realizara por dar respuestas a
cómo enfrentar el tránsito al socialismo desde el mundo dependiente y
subdesarrollado, cuando pone en función, dentro del MININD, su Sistema
Presupuestario de Financiamiento, partiendo de los principios claves de su
práctica política: el papel del hombre como centro, el desarrollo de su
conciencia y su socialización en todos los niveles de la sociedad basado en una
ética política capaz de proponerse un cambio radical en la conducta de los
hombres y su entrega. Como marxista verdadero establece una integralidad donde
se conjugan todos los factores que intervienen en ese proceso, sobre todo desde
presupuestos culturales, científicos y tecnológicos que le permitieran avanzar
y sentirse actores comprometidos con los nuevos cambios. Asombra la labor
desarrollada en el MININD, la estructura asumida y la forma que se dio a la
organización, al control y a los métodos de dirección que hoy son elementos
imprescindibles en las nuevas propuestas de cambio, pero que tuvieron un
espacio y resultados concretos dentro de su accionar como Ministro.
9. Ejemplos
significativos estuvieron presentes en la Disciplina financiera, el papel de la
Contabilidad y el control de los inventarios, la supervisión y la auditoría que
conformaban un verdadero sistema de control. La interrogante que siempre nos
hacemos es, ¿por qué se perdió? No se alcanzó la perfección, pero sin dudas en
los métodos y estilo de trabajo se diseñó un modelo capaz de priorizar la
Producción con una visión social y económica y, esto lo digo con intención,
porque no se puede negar que debe ser una doble condición en el socialismo si
en verdad deseamos un camino justo y equilibrado. Esta nueva concepción, válida
hasta el presente, definió el desarrollo de una base productiva que contemplara
los cambios técnicos, científicos y organizativos, gerenciales y culturales,
¡imagínense ustedes en los años 60 lanzarse con esa concepción! Y, además, el
establecimiento de una organización productiva con estructuras y mecanismos
ágiles desde la base hasta el Ministerio. Los ejemplos sobran. En el plano de
la estructura Económica se definía la Planificación como el elemento racional
que permitiría trazar una política objetiva de Producción, Abastecimiento, Salarios,
Costos y Precio, Inversiones, construcciones industriales, por citar algunos
elementos. Esos eran elementos que le daban al Sistema Presupuestario un estilo
colectivo de trabajo, una visión integral y una visión perspectiva. Ahora,
¿todo funcionó bien, todo respondía a ese engranaje? Esas respuestas es
necesario asumirlas desde diversas ópticas y contextos para no caer en
calificativos extremos.
10. Primero,
nunca en Cuba se generalizó el Sistema, y se asumió en lo fundamental el
sistema de Autogestión que era el aplicado en los países socialistas
existentes. ¿Tenía el Che razón o no en su percepción? Antes de su partida, le
escribe una carta a Fidel en 65 donde expone algunos elementos que se pudieran
discutir y que nos llevan a un camino de razonamientos más precisos y
consecuentes respecto al papel del individuo y sus limitaciones en la práctica
socialista aplicada por los países del sistema socialista existente: “…El
interés material individual era el arma capitalista por excelencia y hoy se
pretende elevar a categoría de palanca de desarrollo, pero está limitado por la
existencia de una sociedad donde no se admite la explotación…”. Por supuesto,
esa afirmación no puede asumirse como receta, solo reflexionar en la
importancia ética que distingue el paso hacia una sociedad nueva y la asunción
de los nuevos proyectos que nos definan.
11. Claro que
existen contextos diferentes, pero si en su momento muchas de las cosas que
conformaban el sistema se hubieran ajustado a nivel de toda la sociedad,
hubieran contribuido a organizar una sociedad más ajustada en estructura y
funcionamiento. Un ejemplo simple desde el control o descontrol: no es posible
avanzar dándose el lujo de desechar los sistemas contables argumentando que era
excesiva la centralización cuando son elementos que contribuyen al orden, al
control y a la perspectiva de desarrollo (aceptados hoy como imprescindibles),
sin embargo, es importante detenerse a pensar cuánto de lo dicho se discute hoy
como si nunca se hubiera tenido en cuenta. Sin dudas, el Che no se hubiera
detenido en proyecciones y hubiera pensado para el hoy al igual que lo supo
hacer en su momento, solo que es imposible pensar que alguien que fue capaz de
elaborar un pensamiento creador y activo seguiría repitiendo los mismos esquemas,
aunque estoy convencida que siempre pensando desde el socialismo.
12. Por ejemplo,
hoy se debate por nuestros economistas cómo configurar la sociedad socialista
que queremos y cómo superar el modelo “anquilosado” que tenemos. Por supuesto,
hay que avanzar mucho en experiencia, en nuevas prácticas, pero lo más
importante es no perder de vista si las mismas responden al socialismo que
queremos, porque definir una Economía de Mercado no capitalista es compleja y a
su vez contradictoria si no definimos con claridad sus objetivos y verdadero
alcance, partiendo de la necesidad que se tiene de incorporar al modelo la
participación privada. Sin satanizar nada, cómo, en ese esquema, se puede
garantizar la transición socialista basado en un amplio concepto de Desarrollo
donde hay que cambiar las reglas de funcionamiento y establecer
transformaciones profundas que respondan a las nuevas circunstancias: Trabajo y
Salario, regulación de los Mercados y su medición e impacto en los nuevos
actores como los verdaderos ejes del cambio, es decir el lógico cambio
generacional, entre otros.
13. Todo ello
forma parte de una estrategia necesaria pero que tendrá que ponerse a prueba y
medir hasta dónde avanzar en ella y cuándo atenuarla en la medida que se
evolucione y desarrolle la productividad, la organización y satisfacción,
elementos que necesitan de correcciones dentro del modelo socialista que
deseamos construir porque de lo contrario nos acercaríamos a las críticas
enunciadas por el Che cuando en su momento advirtió los errores en que se podía
caer.
14. Para terminar
quisiera remitirme una vez más a la carta que le enviara el Che a Fidel en
1965: “Nosotros no hemos hallado respuesta todavía y creo que hay que estudiar
un poco más esto. La respuesta tiene que estar íntimamente relacionada con la
Economía Política de este período y el tratamiento que le dé a estas cuestiones
debe ser integral y coherente…”. Esa integralidad que pedía el Che debe ser
parte de la construcción del nuevo modelo, más allá de los posibles y necesarios
cambios, pero sin dejar de considerar el significado real de la solidaridad que
no es subsidiada si responde a los valores del socialismo en su integralidad
desde lo político, estructural y cultural, desde el marxismo verdadero y desde
la participación de todos.
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