19/10/13

El proyecto post-marxista | Aporte y crítica a Ernesto Laclau

Henry Veltmeyer  |  Traducción al castellano por Valentina Picchetti  ¬  El trabajo de Ernesto Laclau constituye una contribución al pensamiento post-marxista. En la opinión anticipada por el mismo Laclau en el prefacio de la edición española de Hegemonía y Estrategia socialista. Hacia una Radicalización de la Democracia, escrito junto a Chantal Mouffe: “él [el libro] ha estado desde entonces [su publicación en 1985] en el centro de una serie de debates, al mismo tiempo, teóricos y políticos (...) en el mundo anglosajón” (p.VII). Y así fue. Algunos pueden ignorar o restar importancia a este aspecto, por ejemplo Boron (1996), pero no hay dudas de que el libro de Laclau y Mouffe persiste como un punto de referencia crítico en el debate aún vigente que rodea a lo que algunos prefieren ver como un impasse teórico, como una crisis que pone en cuestión no sólo al marxismo, también a todas las formas de análisis estructural, lo mismo que a la construcción de grandes teorías asociadas al proyecto Iluminista del siglo XVIII para establecer una mejor forma de sociedad en la cual haya progreso económico, justicia social y democracia. Pero la verdadera cuestión (y es una pregunta hecha por Boron, entre otros) es si el post-marxismo, en los términos formulados por Laclau y Mouffe, como proyecto teórico y político, ha tenido un impacto directo, teórico y práctico en el mundo real, en las luchas actuales, y aún más específicamente,
en el surgimiento de “nuevos movimientos sociales” en América Latina (Calderón, 1995; Escobar y Álvarez, 1992). En términos menos ambiciosos o idealistas, la pregunta es si el post-marxismo ofrece una perspectiva teórica útil y, en relación al marxismo, un conjunto superior de herramientas intelectuales para el análisis de las luchas y de los movimientos para el cambio.

No obstante estas preguntas, el libro de Laclau y Mouffe (en adelante HES) y otros escritos de igual carácter como  New Reflexion on the Revolution of our time (en adelante NR) proveen de un punto de referencia útil al aporte crítico del pensamiento post-marxista. Proponemos encargarnos de tal aporte en relación a la pretensión de Laclau y otros post-marxistas de dar una necesaria y saludable extensión al pensamiento marxista, en otras palabras, de ser una crítica del marxismo dentro del marxismo.

Por el contrario, nosotros sostenemos que el post-estructuralismo constituye un abandono del marxismo y el rechazo de los principios del materialismo histórico en los que éste se basa. En este contexto, afirmamos que el post-marxismo no es sino el último de una serie de ataques a la posibilidad de la Ciencia Social, tanto en su versión marxista como en la no marxista. En efecto, elpost-estructuralismo supone el rechazo a los principios y al método que define a la Ciencia Social como tal, en la medida en que entre estos principios quedan comprometidos tres: el  objetivismo (la realidad objetiva de las condiciones materiales tomadas como “hechos sociales”), el estructuralismo (la existencia de estructuras que subyacen a las relaciones sociales y que son sólo visibles en sus efectos y aprehensibles de manera parcial) y la  racionalidad  de los procesos de cambio de gran escala. La base de un ataque de estas características es una epistemología idealista (subjetivismo, situacionismo y nihilismo) que subyace tanto al post-marxismo como al postmodernismo. Nosotros criticamos y establecemos los límites y contradicciones del post-estructuralismo tal cual es formulado por Laclau, tomando en cuenta la manifiesta incapacidad del idealismo para construir las bases para el análisis concreto de cualquier formación social históricamente dada o movimiento social, sea novedoso o de otro tipo. En este marco también desafiamos las pretensiones del post-estructuralismo de constituirse como una forma de análisis superior al marxismo.