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André Gorz |
Michael Lowy
Este título parece una provocación: ¿no había
dicho Gorz en 1980 su Adiós al marxismo? Ésta parece ser la opinión de
muchos de sus partidarios o adversarios. En cambio, también está el
punto de vista de un observador inteligente, distante pero no carente de
simpatía, Alain Touraine, en 1993: “
André Gorz es el más verdaderamente
marxista de todos los pensadores europeos y también − ¿habría que
decir: pero también?− el más imaginativo y el más activamente
antidoctrinario. Con él, el marxismo tiene la fuerza liberadora que
tenía el propio Marx, cuando criticaba el jacobinismo francés o la
derecha hegeliana”1. El filósofo Arno Münster, eminente gorziano,
constata tanto su distancia como su vinculación persistente con el
marxismo: “a pesar del escepticismo que muestra sobre el concepto
central de la sociología marxista, después de la publicación de Adiós al
proletariado Gorz continúa razonando y pensando en el marco de la mayor
parte de los otros conceptos clave de la teoría marxista, con la
perspectiva de operar una síntesis entre la ecología política y una
crítica de la economía política expurgada de sus dogmas”2.
En fin,
Françoise Gollain, otra gorziana importante, resume así su trayectoria:
“
Contra la tradición marxista dominante y numerosos escritos del propio
Marx, por una parte, y contra una ecología mantenedora del statu quo,
por otra, quiso inspirarse en el Marx humanista, antiproductivista y
libertario, pensador del advenimiento de una sociedad de la asociación”
3. ¿Cuál es la conclusión?