Karl Marx & William Shakespeare |
Sean Ledwith | Mientras el establishment político y cultural de Gran Bretaña se prepara para
regodearse en el 400 aniversario de la muerte de Shakespeare, una alternativa
adecuada para los socialistas sería considerar el notable papel que el poeta y
dramaturgo tuvo en el desarrollo de las ideas de Karl Marx. Antes de que caer
en la verborrea patriotera, rosa y sin sentido sobre el “Dulce Cisne de Avon”,
puede ser instructivo seguir la influencia del dramaturgo a lo largo de la
carrera intelectual de Marx, desde sus primeros movimientos en la disidencia
como un adolescente hasta la disección que hizo del capitalismo, ya madura,
contenida en El Capital.
La élite intentará, predeciblemente, promover una narrativa
de Shakespeare como un defensor apolítico y pintoresco de una “Alegre
Inglaterra”, desprovisto de cualquier mensaje de tipo radical o subversivo.
Marx, por el contrario, estuvo siempre atento al potencial disidente de una voz
singularmente dotada, que vivió en la cúspide de las transformaciones que
catapultaron a Inglaterra, en su modernidad temprana, desde el feudalismo hacia
la época capitalista.