Ricardo Melgar Bao | La historia de la izquierda ecuatoriana no
ha explorado suficientemente sus orígenes, adoleciendo además, de los lastres
ideológicos de las versiones militantes. Proponemos una relectura a partir de
la relevancia que tuvo en su momento la revista Antorcha, la crisis del liberalismo en el poder y la fuerza
renovadora de la llamada Revolución Juliana. Nuestra perspectiva es
interdisciplinaria, próxima a la Antropología Social, o a lo que en América del
Sur se denomina Antropología Histórica, en el marco de una reconocida y
prolongada crisis de paradigmas y fronteras disciplinarias.
Primera entrada historiográfica
Socialismo y marxismo representan historias diferenciadas, con
fases relevantes de convergencias y rupturas, que sirvieron de base para la
configuración de sus respectivas identidades ideológicas, políticas y
culturales. Su historia adolece de los lastres ideológicos de las versiones
militantes, las cuales quedan insertas en lo que Eric Hobsbawm designó
críticamente como «Historia-sectaria», [1] es decir, aquella que se subordinó a
la pedagogía política partidaria. [2] Esta vertiente interpretativa parte
de cuatro premisas discutibles: que el auténtico socialismo es marxista o
marxista-leninista; que encarna y representa al proletariado, que su
trayectoria es lineal o teleológica, y que no existe más tradición socialista o
comunista que la propia. La crítica a dicha representatividad clasista y la
defensa de la diversidad de la izquierda socialista y sus varios legados ha
sido sustentada por Alexis Páez. [3]