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Karl Marx ✆ A.d.
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Fernando González Rey | Este artículo discute los caminos tomados por la psicología soviética en
sus intentos por definirse como psicología marxista. A pesar de los
múltiples momentos que esa búsqueda implicó, de hecho, desde mediados
de 1920 el esfuerzo por avanzar en ese objetivo fue monopolizado por la
identificación del carácter marxista de la psicología con su definición como
ciencia objetiva. La complejidad de asumir una filosofía como la
orientación teórica universal de sustentación de una ciencia siempre
representa un gran desafío, pues el dogmatismo es inseparable de ese
proceso. La construcción teórica de la ciencia debe caracterizarse por su
Marxismo, subjetividad y psicología cultural histórica, carácter contradictorio, capaz de implicar diferentes alternativas frente a
cualquier cuestión estudiada. No hay en ciencia ninguna posición que
pueda ser calificada a priori como el camino correcto, inclusive nunca una
opción concreta puede erigirse como representante universal de una
filosofía. Desde la década de los años veinte del siglo pasado dos fuerzas
emergieron disputándose el derecho a ser consideradas la mejor
explicación de la definición marxista de la psicología; la reflexología bajo el
liderazgo de Beschterev en Leningrado, y la reactología liderada por
Kornílov en Moscú. El presente artículo pretende también presentar
momentos, conceptos y contradicciones que permanecieron ignorados por
un largo tiempo en la psicología soviética, sobre los cuales es posible
avanzar en una nueva propuesta sobre la subjetividad dentro de la
perspectiva cultural- histórica.