“Si queremos elaborar un concepto
riguroso de la Dialéctica, esta no puede
ser un mero Método”
— Theodor W. Adorno, 'Einführung in die
Dialektik', 1958
Karl Marx ✆ Ingrid Bouws |
Nicolás
González Varela |
Bolívar Vinicio Echeverría Andrade (BE) era antes que nada un humanista,
un marxista atípico, un fino traductor y en último lugar un filósofo
profesional. En plena barbarie posmoderna, tratando de no desarbolar los
valores universales de la Modernidad, siguió pensando críticamente las vastas
cuestiones del hombre, más allá de las modas académicas. Aunque ecuatoriano de
nacimiento, su aporte, junto a otros inmigrantes ilustres en la solidaria
tierra mexicana, como Wenceslao Roces o Adolfo Sánchez Vázquez, han hecho
posible la lenta maduración un pensamiento crítico latinoamericano. Creo que su
obra más madura y compleja, aunque no coincida con lo cronológico, es sin lugar
a dudas su libro El discurso crítico de Marx, de 1986.[1]
Un libro raro, subestimado, silenciado por los círculos académicos, que reunía
una colección de ensayos que abarcaba la reflexión de Echeverría entre los años
1974 y 1980.
Allí se
posicionaba con firmeza, en pleno inicio de la borrachera ideológica de la
globalización y el fin de la historia, afirmando que el siglo XX no era otra
cosa que mera barbarie de egoísmo y explotación, “un cuento incoherente y
violento”.