► El papel del sector agrario y del mundo
empresario como limitante de la expansión económica nacional. Tensión entre dos
senderos de desarrollo
Norberto Alayón | El 25 de julio de 1867, en Londres, el alemán Karl Marx
escribió el Prólogo a la primera edición de su obra “El Capital – Crítica de la economía política - Tomo I” (Fondo de
Cultura Económica, México DF, 1987, Vigésima reimpresión).
Advirtió que “Allí
donde en nuestro país la producción capitalista se halla ya plenamente
aclimatada, por ejemplo en las verdaderas fábricas, la realidad alemana es
mucho peor (sic) todavía que la
inglesa, pues falta el contrapeso de las leyes fabriles. En todos los demás
campos, nuestro país, como el resto del occidente de la Europa continental, no
sólo padece los males que entraña el desarrollo de la producción capitalista,
sino también los que supone su falta de desarrollo. Junto a las miserias
modernas, nos agobia toda una serie de miserias heredadas, fruto de la
supervivencia de tipos de producción antiquísimos y ya caducos, con todo su
séquito de relaciones políticas y sociales anacrónicas (sic). No sólo nos atormentan los vivos, sino
también los muertos. Le mort saisit le vif! (sic)”.