1/6/15

Arte y enajenación en la Estética de Marx

El marxismo dará la salud y la paz a los enfermos
[Fragmento] ✆ Frida Kahlo
Francisco Lugo   |   En las once Tesis sobre Feuerbach, Karl Marx apuntó por un lado sus diferencias con el idealismo alemán, pero también la herencia del mismo en su pensamiento filosófico. El materialismo de Ludwig Feuerbach vio en el pensamiento religioso el reflejo psíquico del ser humano en la realidad exterior, negando así la concepción metafísica de la realidad, que antepone la realidad del pensamiento a la realidad de la materia; pero dejó intacta la concepción idealista de la actividad humana: la concepción idealista del trabajo. “El defecto fundamental de todo materialismo anterior –incluyendo el de Feuerbach– es que sólo concibe el objeto, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto [objekt] o de contemplación, pero no como actividad sensorial humana, como práctica, no de un modo subjetivo” (Karl Marx, Tesis sobre Feuerbach, I). 

Esta concepción del trabajo es una concepción abstracta del mismo, ajena a la actividad real, en la medida en que la actividad está para el idealismo esencialmente en el pensamiento. Para Marx, en cambio, la actividad es esencialmente material; es en su materialidad que la actividad transforma la realidad.