Karl Marx ✆ Raficolv |
Martín Nicolaus |
Cuando en 1859 Karl Marx evaluó su carrera intelectual, condenó a un
merecido olvido a todas sus obras precedentes, excepto cuatro. Afirmó que en
Miseria de la filosofía (1847) había expuesto por primera vez los aspectos
fundamentales de sus opiniones científicas, aunque la exposición fuese
polémica. Y dio a entender que lo mismo podía decirse del Manifiesto del
Partido Comunista (1848), del Discurso sobre el libre cambio, del mismo año y
de una serie incompleta de artículos titulada Trabajo asalariado y capital
publicada en 1849. No mencionó a los Manuscritos económico-filosóficos (1844),
a La sagrada familia (1845), ni a las Tesis sobre Feuerbach (1845) y habló -sin
mencionar su título— del manuscrito de La ideología alemana (1846) como de un
trabajo que él y Engels abandonaron alegremente a los ratones. Se dice que tres
años antes de su muerte, al ser interrogado acerca de la eventual publicación
de sus obras completas, respondió secamente: “Primero habría que escribirlas”.