Esteban
Mercatante | La solución que ofreció Marx al enigma
irresuelto por la economía política clásica, cómo se forma una tasa media de
ganancia y por qué las contradicciones que esto tendría con las diversas tasas
de excedente de los capitales es sólo aparente, fue transformada posteriormente
en piedra de toque para atacar la consistencia de la teoría de Marx.
Valores y
precios de producción
Marx realiza en El capital una construcción que se mueve del
terreno más abstracto hacia niveles mayores de concreción a lo largo de la
obra. Así, en el tomo I considera todo el tiempo que las mercancías se venden a
sus valores. Es decir, que se cambian estableciendo una equivalencia según los
tiempos de trabajo medio socialmente necesario que lleva producirlas. Por eso,
cuando introduce la categoría de plusvalor, que surge del tiempo de trabajo que
realizan los trabajadores bajo el mando del capital por encima del que les
lleva reponer el valor de su fuerza de trabajo, considera a lo largo del tomo I
que cada capital realiza íntegramente el plusvalor que extrae de sus obreros.
Si las mercancías se venden a sus valores, cada capitalista realiza todo el
plusvalor contenido en su mercancía. Sin embargo, sabemos que no es así como
los fenómenos se producen a un nivel más concreto. Y esto, Marx lo anuncia en
el tomo I: