Karl Marx ✆ Renato Couto |
Josep Fontana |
Uno de los mayores problemas que hay para definir qué sea una historia
legítimamente marxista es el de que, por principio, debe ser una historia que
vaya más allá de las codificaciones más o menos dogmáticas que forman lo que la
mayoría entiende por “marxismo”, con el agravante adicional de que, a
diferencia de lo que sucede con la política o la economía, no se contaba hasta
hace pocos años con textos publicados de Marx que expusieran con claridad sus
ideas acerca de la historia, aunque, paradójicamente, éstas constituyesen una
de las bases fundamentales de lo que se denominaba materialismo histórico. El núcleo inicial de estas ideas lo elaboraron Marx y Engels
en Bruselas entre el verano de 1845 y el otoño de 1846, y las consignaron en el
extenso texto de La ideología alemana,
que decidieron no publicar y que no se editó hasta 1932 (y en una edición
satisfactoria hasta 1965). Aunque Engels dijera más tarde que el libro
reflejaba que sus conocimientos de historia económica eran todavía precarios,
la verdad es que contenía planteamientos que hubiera sido útil que se
divulgasen con anterioridad como la afirmación de que las abstracciones
teóricas, “por ellas mismas y separadas de la historia real, no tienen ningún
valor”. 1
La primera ocasión en que dieron a conocer algo acerca de su
visión de la historia fue en la publicación del Manifiesto comunista de 1848, con la afirmación de que “La historia de todas las sociedades que han
existido hasta hoy es la historia de luchas de clases”.