Pablo Pérez | Uno de los principales legados del análisis
de Marx del capitalismo es el concepto de conciencia de clase. En su conocida
obra Miseria de la Filosofía (1978
[1847]), Marx analizó la condición de la clase obrera inglesa de 1840 señalando
que:
“En un comienzo, las condiciones económicas habían transformado la masa del país en trabajadores. La dominación del capital ha creado en esta masa una situación común, intereses comunes. Así, esta masa viene a ser ya una clase frente al capital, pero todavía no una clase para sí misma. En la lucha, de la cual hemos señalado algunas fases, esta masa se reúne, constituyéndose en clase para sí misma. Los intereses que defienden llegan a ser intereses de clase. Pero la lucha de clases es una lucha política de clases” (p. 218).
A partir de tal idea, el análisis marxista de las clases
ubicó la idea de conciencia de clases en el eje de su reflexión. A través de
tal concepto, tanto Marx como posteriores marxistas trataron de describir los
mecanismos por medio de los cuales una clase, la clase trabajadora, toma
conciencia de sus intereses y actúa en contra de los intereses de otra clase,
la burguesía. En otras palabras, y siguiendo la terminología marxista clásica,
la conciencia de clase representa el mecanismo a través del cual una clase pasa
de ser una clase en sí a una clase para sí. Sobre esta base, el mismo
Marx señaló cómo la presencia o ausencia de conciencia de clase determinaba las
posibilidades que tenía una clase social de convertirse en una fuerza social.