Rosa Luxemburgo ✆ Pedro Dorian |
Maite Larrauri | En
el texto que Hannah Arendt dedica a Rosa Luxemburg (‘Rosa Luxemburg 1871-1919’,
en Hombres en tiempos de oscuridad),
afirma que su historia es la historia del fracaso de la revolución en el siglo
XX. Arendt tenía un fuerte vínculo con el espartaquismo:
su madre simpatizaba con esta corriente de la socialdemocracia alemana (SPD) y
su segundo marido, Heinrich Blücher, tenía 19 años cuando participó en la
revolución alemana de noviembre de 1918, en la que Rosa Luxemburg, redactora
jefe del periódico Bandera Roja,
órgano de propaganda de los espartaquistas, tuvo un papel fundamental. Hannah
Arendt sólo tenía, por tanto, 12 años cuando tuvieron lugar esos
acontecimientos. El final trágico de la revuelta –Rosa Luxemburg y Karl
Liebknecht, líder indiscutido de las masas berlinesas, murieron asesinados
“bajo los ojos del SPD”, como dice Arendt– será el inicio de un
protagonismo de la pequeña burguesía nacionalista alemana que culminará con las
elecciones de 1933, en las que Hitler obtuvo la mayoría.