Michael Roberts |
Érase una vez, un economista mainstream
francés desconocido que colaboraba con otros (Emmanuel Sáez, Anthony Atkinson y
Gabriel Zucman) en varios estudios sobre desigualdad de renta y riqueza en
economías modernas como la de EEUU. Después de algunos años de investigación,
este francés desarrolló una teoría según la cual la desigualdad de riqueza
en las economías capitalistas tienden a incrementarse hasta el punto de
ser causa de inestabilidad social. Esta tendencia es la “contradicción central
del capitalismo”.
Ese economista es Thomas Piketty. Cuando publicó su magnum
opus de 677 páginas en Francia el octubre pasado, fue recibido con
silencio e incluso el cinismo, aparte de unos pocos economistas franceses. Pero
cuando se tradujo al inlgés y publicó en Estados Unidos, todo cambió. Se
convirtió en un best-seller del año
no sólo entre los libros de economía, sino también entre los libros no de
ficción, muy por delante de libros de cocina de conocidos chefs o de libros de
viajes escritos por famosos.
Ha habido una gran profusión de reseñas, debates y
entrevistas con el hombre del momento. El libro fue recibido con entusiasmo por
gente como Branko Milanović, el experto en desigualdad en riqueza del mundo que lo llamó “uno de los libros que marcará un antes y un después en el
pensamiento económico