- “En la ciencia no hay calzadas reales, y quien aspire a remontar sus luminosas cumbres, tiene que estar dispuesto a escalar la montaña por senderos escabrosos.” | Karl Marx, Prólogo de 1872 a la edición francesa de El Capital
Pedro Peñalosa | 1.
La maleza de las ideologías pasajeras. Hoy, seguramente para sorpresa de
quienes habían enterrado a Marx y vivían de las veladoras al capitalismo, será
una noticia desagradable saber del auge en las ventas del libro de Thomas
Piketty, (refutado con desesperación por Jason Furman, Jefe del equipo
económico de Barack Obama) [Ver: La
Página de Omar Montilla] sobre el capital y la desigualdad en el siglo
XXI. Las piezas conceptuales del armado editorial nos recuerdan los trazos
centrales del pensamiento marxiano. Circula la idea de que cuando se incrementa
la lectura de Karl Marx, quiere decir que las cosas no van bien en el
funcionamiento de la sociedad capitalista.
2. El marxismo y
su alejamiento de visiones dogmáticas y religiosas. Lo característico del tipo
de crítica representada por el marxismo, es que incluye una concepción
autocrítica; el marxismo es una teoría de la historia que, a la vez, pretende
ofrecer una historia de la teoría. Marx y Engels definieron las condiciones de
sus descubrimientos intelectuales como la aparición de determinadas
contradicciones de clase de la sociedad capitalista; no simplemente como un
"estado ideal de las cosas". Así, el