16/3/14

A Marx no le alcanzó el tiempo

Karl Marx ✆ Clara Bow
Clodovaldo Hernández  |  Karl Marx ha dado de qué hablar en todo el planeta durante siglo y medio y la controversia no da señales de detenerse. Su apellido con el sufijo ismo se convirtió en una de las grandes tendencias filosóficas y, a la vez, de los mayores movimientos políticos de la historia. Su imagen de león (frondosas melena y barba enmarcando un rostro adusto) es un ícono de la civilización. Sus obras, principalmente El capital, La ideología alemana y el Manifiesto comunista, son bibliografía esencial para los estudiosos de la historia, la filosofía, la economía, la política y ramas afines.

Marx fue un hombre del siglo XIX. Nació el 5 de mayo de 1818 en Tréveris, ciudad que era parte de Prusia Occidental y hoy lo es de Alemania, y falleció en Londres el 14 de marzo de 1883. El tiempo vital no le alcanzó para saber cómo sería un gobierno de corte marxista, salvo, tal vez, la brevísima experiencia de la Comuna de París. Las revoluciones que han llevado su apellido llegaron mucho después, ya en el siglo XX. La historia personal de Marx, como suele suceder con las grandes figuras, está llena de enigmas y controversias. Casi todos los biógrafos aseguran que fue el primero de la infinita lista de economistas marxistas sin dinero. No es que haya nacido pobre, pues venía de una familia judía de clase media y tuvo la oportunidad de estudiar en varias importantes

El primer Partido Comunista de Cuba y la revolución de 1930

Blas Roca, en el balcón de la sede nacional del Partido Comunista,
entonces denominado Partido Socialista Popular
Julio César Guanche  |  El primer Partido Comunista de Cuba (PC), fundado en agosto de 1925, tuvo una relación difícil con la revolución que en la isla es conocida como “del 30” o del “33”. El PC contribuyó de forma esencial a la configuración de la “situación revolucionaria” que acabó con el régimen de Gerardo Machado en 1933. Esa agrupación contaba con una gran acción obrera, que dirigió y fraguó en medida significativa, y con una tradición extraordinaria de pensamiento, con figuras como Julio Antonio Mella y Rubén Martínez Villena.

No obstante, ya en la cima de la crisis de 1933 no comprendió la situación gestada, protagonizó el “error de agosto” (pactar con Machado el fin de la huelga general), y combatió un resultado directo de aquella revolución: la presencia en el Gobierno Provisional del ala revolucionaria representada por Antonio Guiteras. La táctica posterior del PC estuvo marcada por la recomendación de la Internacional Comunista, dada en noviembre de 1934, de revisar la posición ante Guiteras y por la nueva política “de