30/9/13

La república soviética húngara de 1919 | La revolución olvidada

Béla Kun ✆ Tetra Kephaloi
Alan Woods  |  El 21 de marzo de 1919, se proclamó la República soviética húngara. El 1 de agosto, ciento treinta y tres días después, este capítulo heroico de la historia de la clase obrera húngara, terminó con la entrada en Budapest del ejército blanco rumano. Si el proletariado húngaro hubiera triunfado, habría terminado con el aislamiento de la República obrera rusa. Junto a la revolución húngara la breve experiencia de la República Soviética Bávara, desde el 7 de abril hasta el 1 de mayo de 1919, demostró que la marea de la revolución que se estaba extendiendo de Oriente a Occidente, parecía tener un impulso irresistible. Si se hubiera consolidado el estado obrero húngaro, en pocos meses, la revolución habría llegado a Viena y Berlín, donde la clase obrera estaba en una situación de fermento revolucionario. El triunfo de la revolución alemana habría cambiado el curso de la historia humana. La revolución húngara de 1919 ha entrado en los anales de la historia como otro episodio heroico similar a la Comuna de París en 1871. Hoy en día, estudiar las causas de su fracaso, nos ayudará a comprender los procesos que llevan hacia la transformación socialista de la sociedad, y también a estar mejor equipados para la lucha por el socialismo.

El atraso histórico de Hungría

En 1919, la sociedad húngara se caracterizaba por ser una estructura arcaica que a lo largo de los siglos se había mantenido más o menos intacta. La reacción

“Cierto negro brasileño leproso” | Un sueño político-filosófico de Spinoza - VI

Baruch Spinoza
✆ Alexandre Camanho
  • “La Esclavitud es una institución de Derecho de Gentes por la cual uno está sometido, contra la Naturaleza, al dominio ajeno” | Florentino, Institutionum, IX inst. D. 1.5.4.1., circa 180 aC.
  • “La exclusión implícita de un individuo es lo ilegal, lo que no debe ocurrir, pues entonces lo excluido no se da como conciencia real ni mi acción lo considera como tal conciencia.” | Hegel, Jenaer Systementwürfe, 1805
Nicolás González Varela  |  Para los pensadores iluministas del siglo XVII la Esclavitud en abstracto aparecía como la metáfora central de las fuerzas que degradaban al Espíritu humano, connotaba todo lo negativo de las relaciones de Poder y de la intersubjetividad. Mientras tanto, formando parte de la dimensión tácita de la Ideología del primer Liberalismo, la economía esclavista de las colonias que funcionaba sin descanso generando el exceso de riqueza de estas maravillosas repúblicas comerciales, “abundancia de bienes” y el doux commerce, permaneció en la oscuridad. Esto se consolidó con la propia experiencia material de las primeras revoluciones burguesas en municipios y ciudades-estado desde el Renacimiento. De esta conjunción se debe la posterior asociación ideológica entre Liberalismo y Dominación, que haría posible y plenamente operativa la figura de la exclusión en la mayoría del pensamiento filosófico y político de la Modernidad. Tanto el simultáneo descubrimiento de América como la posibilidad de la explotación forzada de los negros africanos crearon una epistemología de la diferencia, una ontología de

Notas sobre feminismo y socialismo | La tasa de ganancia de los capitalistas es mantenida en cierto nivel por el trabajo reproductivo que hacen las mujeres

  • “La mujer de la nueva sociedad será plenamente independiente en lo social y lo económico, no estará sometida lo más mínimo a ninguna dominación ni explotación, se enfrentará al hombre como persona libre, igual y dueña de su destino” | August Bebel, La mujer y el socialismo, 1879
Joel Arriola  |  En uno de esos encuentros sobre “Ciencias Sociales y Cambio Social” en la ciudad de Guatemala, hombres y mujeres de toda Centroamérica, de muy diversa orientación teórica y praxis política nos reunimos para discutir entre otros temas, la situación de la mujer, el feminismo crítico y la economía del cuidado. Por supuesto lo que más podía aflorar era la enorme descentralización de ideas y con ello de las distintas praxis políticas. Es decir pues tenía todo lo propio de cierto sector de la intelectualidad pequeñoburguesa de nuestro tiempo, que cree que se cambia el mundo con discusiones académicas1, a la vez que reniega de la militancia política, la centralización organizativa y por supuesto de los clásicos del marxismo revolucionario como Lenin, Gramsci y Trotsky.

Todo ello sin embargo no desdice la importancia de una de las temáticas tratadas: La cuestión de la discriminación y